El grito de los que sufren por la minería se escuchó en el Vaticano

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Unos treinta representantes de comunidades afectadas por la minería procedentes de África, Asia y América presentaron sus reclamos durante el Encuentro “Una jornada de reflexión – Unidos a Dios escuchamos un grito” organizado por el Pontificio Consejo Justicia y Paz entre el 17 y 19 de julio pasado en Roma.

Según Radio Vaticana, el objetivo fue “dar mayor visibilidad a las situaciones de violencia e intimidación, de ilegalidad y corrupción, de contaminación y violación de los derechos humanos vinculados a la actividad minera” e interpelar a los responsables políticos, a las administraciones públicas, a los empresarios y a los inversores para que escuchen “el grito de la tierra y actúen con prontitud y responsabilidad al servicio del bien común, de la justicia y de la dignidad humana”.

El encuentro fue presentado el viernes 17 de julio por el cardenal Peter Turkson, presidente de dicho dicasterio, y por algunos de los participantes que ofrecieron su testimonio.

Según informó la Agencia católica Zenit, Turkson recordó que la Iglesia, en más de una ocasión y desde hace años, “sigue de cerca las actividades mineras”.

El cardenal mencionó también los documentos de Conferencias episcopales que denuncian las violaciones a los derechos humanos, ilegalidades, violencia y explotación de yacimientos de forma contaminante o afectando la seguridad alimentaria local.

El misionero comboniano Dário Bossi dio testimonio de la situación en el Amazonas y recordó que “Solamente en nuestra región de Carajás en el norte de Brasil, hemos tenido en los últimos tres años 26 conflictos abiertos entre la empresa minera Vale y las comunidades locales”, Agencia Zenit.

Otro de los participantes en el encuentro, Juan Guillermo Peñaloza Sierra, procedente de la diócesis de Copiapó en Chile, afirmó que por su experiencia “estas empresas mineras despliegan estrategias que buscan dividir a las comunidades indígenas y a los movimientos sociales y cooptar a algunos líderes”.

“Los efectos que constatamos día a día son: agotamiento y contaminación de las fuentes de agua, destrucción de ecosistemas y contaminación ambiental, que repercute finalmente en la salud de las personas incluyendo a los propios trabajadores”, explicó.

“Consecuencias a menudo demasiado negativas”

En su mensaje a los participantes del encuentro, el papa Francisco advirtió que muchas comunidades “sufren directa o indirectamente las consecuencias, a menudo demasiado negativas, de la minería”.

“Un grito por la tierra perdida; un grito por la extracción de riquezas del suelo que, paradójicamente, no ha producido riqueza para las poblaciones locales que siguen siendo pobres; un grito de dolor en respuesta a la violencia, a las amenazas y la corrupción; un grito de indignación y de apoyo por las violaciones de los derechos humanos, discreta o descaradamente pisoteados por cuanto respecta a la salud de las poblaciones, por las condiciones de trabajo, a veces por la esclavitud y la trata de personas que alimenta el trágico fenómeno de la prostitución; un grito de tristeza e impotencia por la contaminación del agua, del aire y del suelo”.

“Vienen de situaciones diferentes y experimentan de diversos modos las repercusiones de la minería, ya sea la de las grandes empresas industriales, o la de los artesanos y operadores informales. Han querido reunirse en Roma, en esta jornada de reflexión que está vinculada a un paso de la Exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’, para que se escuche el grito de tantas personas, familias y comunidades que sufren directa o indirectamente por las consecuencias, a menudo demasiado negativas, de la minería”, escribió Francisco.

“Todo el sector minero está indudablemente llamado a efectuar un cambio radical de paradigma para mejorar la situación en muchos países. Los gobiernos de los países de origen de las empresas multinacionales y los de aquellos en los que operan pueda en contribuir a ello, así como los emprendedores e inversores, las autoridades locales que supervisan la ejecución de las operaciones mineras, los trabajadores y sus representantes, las cadenas de suministro internacional con sus varios intermediarios y los que trabajan en los mercados de estas materias”, aseguró Francisco en su mensaje a los participantes del encuentro.

Segunda jornada con empresas mineras

Según una nota de Aleteia, el cardenal Turkson confirmó hoy que los dirigentes de las empresas de minería serán convocados a una segunda jornada de reflexión en el Vaticano, que se realizará del 17 al 19 de septiembre de 2015.

El 7 de septiembre 2013, el Consejo Pontificio había congregado a 25 dirigentes de la industria minera para reflexionar sobre los estragos humanos y ambientales de la actividad, sobre todo en países “pobres pero ricos de materias primas”, informó Vatican Insider.

En aquella oportunidad participaron Anglo American, Areva, BHP Billiton, China Minmetals Corporation y Río Tinto, además de un delegado de la Secretaría de Estado, el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM), Caritas Internacional y Oxfam América.

 

Por Luis Manuel Claps
SERVINDI