La resistencia a través de la organización

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Segundo día del Coloquio: Gobernanza local, pueblos indígenas e industrias extractivas en América Latina, giró en torno a las luchas sociales.

Es elemental cuestionar el rumbo que hemos tomado como humanidad en cuanto al modelo económico que se nos impone desde que abrimos los ojos al mundo, el capitalismo. Históricamente, América Latina ha tenido experiencias coloniales ligadas a relaciones comerciales y de dependencia occidental, una realidad preocupante que aún se mantiene. La expansión de los tentáculos del extractivismo se dispersan en toda América Latina y es respaldada por los gobiernos de turno. ¿Cuál sería la verdadera solución y qué aspectos se deberían considerar? Las ponencias de hoy muestran que el camino se encuentra en la resistencia a través de la organización y sobretodo en articular las luchas, para que los movimientos logren trascender fronteras.

Laura Rival, realizó una importante investigación sobre la Biosfera Yasuni y señala que el petróleo es como la sangre de la economía ecuatoriana. Además, nos recuerda que es importante considerar el potencial que tenemos gracias al multiculturalismo, asumirlo como una fuerza para vencer los grandes desafíos a través de soluciones creativas y abrir nuevos pensamientos sobre las formas políticas y cuestionar los intercambios económicos que hacen posible la vida sobre este planeta en el siglo XXI. Plantea también que es importante tener una perspectiva antropóloga de acercamiento interpretativo y entender cómo la sostenibilidad y los valores pueden cambiar el comportamiento en el ser, proponiendo que debemos ir más allá del orden y saber qué  debemos hacer para vivir bien como seres humanos. Del mismo modo, Wladimir Sierra, nos habla sobre la realidad de las luchas sociales en Ecuador, la estrategia del gobierno es fraccionarlas y crear nuevos pseudo-movimientos sociales que apoyan a las decisiones del gobierno y no las cuestionan.

Marco Antonio Godinez, nos habla la realidad que vive Guatemala y menciona que las luchas sociales se han enfrentado a tanto que han adquirido una actitud trasformadora desligada del miedo y es la utopía la que le da un norte a las acciones. De modo que plantea que es necesario involucrar a la comunidad como actor político complejo mediantes formas locales de organización para luego intercambiar experiencias regionales y locales.

Humberto Pacheco, nos cuenta sobre los conflictos sociales en Espinar y que la realidad en torno a estos conflictos se resume en un círculo vicioso, un ciclo que comienza con el estallido de determinado conflicto social, luego se apacigua cuando el Estado propone y crea espacios de diálogo para proponer soluciones, después al incumplirse los compromisos por parte del Estado, nuevamente aparece el descontento social y estalla con más fuerza el conflicto social.

Por otro lado, Walter Lumache y Edwin Armata, nos hablan sobre la resistencia de organización indígena frente a las políticas extractivas en Bolivia y del doble discurso del presidente Evo Morales, debido a la contradicción que existe entre sus mensajes públicos y sus políticas de gobierno. Ya que a nombre del desarrollo, se arrebatan espacios indígenas, se destruye la selva y se vulneran los derechos de las personas y la naturaleza. Estas políticas de gobierno, evidentemente defienden intereses particulares y por esta razón, los pueblos indígenas continúan movilizándose y siguen con sus propuestas para la construcción de un estado plurinacional con autonomía indígena para administrar el territorio.

Finalmente, Dario Rastrepo, menciona que actualmente existe un incremento de la corporización y la privatización del ordenamiento territorial y que el papel del estado, prioriza el mantener el sistema extractivista como motor de desarrollo y solo se limita a mantener un carácter paternalista  y asistencial.