Cobre para Alemania, contaminación para el Perú: Valle de Tumilaca – Moquegua lucha por el agua, la salud y el agro

¿Te has preguntado a dónde va el cobre que se extrae en el Perú?  Una parte va a Alemania. Lo que queda aquí son los riesgos: menos agua para la agricultura y el consumo humano, y comunidades expuestas a contaminación por metales pesados.

A solo 14 kilómetros aguas abajo del tajo minero Quellaveco —operado por Anglo American, uno de los mayores productores de cobre del país— se encuentra el Valle de Tumilaca, una zona agrícola clave que enfrenta riesgos severos para su salud, sus cultivos y su derecho al agua.

Agua para la mina: escasez y riesgo para los pueblos   

El proyecto Quellaveco desvió el curso natural del río Asana mediante un canal artificial. Este cambio alteró la dinámica hidrológica y ecológica de toda la cuenca, afectando la calidad y disponibilidad del agua que las comunidades necesitan para consumo humano, agricultura y ganadería. El acceso al agua limpia —un derecho fundamental— se ve cada vez más comprometido.

Federación Agraria y Ambiental de Moquegua ha documentado el caso desde hace tiempo.

Agua no apta para consumo humano 

Los monitoreos oficiales de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) son claros: 

Entre 2021 y 2024 se registraron excedencias de aluminio, hierro, arsénico, manganeso y plomo en puntos de uso doméstico y agrícola. Es decir: el agua que debería sostener la vida hoy representa un riesgo para la salud.

Exposición al arsénico y riesgos a la salud

Aunque el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y DIRESA reconocen varias posibles fuentes de exposición, los datos muestran un patrón sostenido e innegable: contaminación crónica y prolongada en el Valle de Tumilaca, incompatible con el derecho a la salud y a una vida digna.

Los datos oficiales en la subcuenca del río Tumilaca revelan la dimensión del problema:

• Centro poblado El Molino (2025): la DIRESA registró 41 personas con altos niveles de arsénico, de las cuales 27 eran niños y niñas y 4 adolescentes.
• Centro poblado El Común (2025): 16 personas afectadas, entre ellas 4 niños y niñas y 2 adolescentes.
• Distrito de Moquegua (2025): 12 niños con concentraciones de arsénico.

La tendencia no es nueva:

• El Común y El Molino (En 2024): 13 personas afectadas, la mayoría menores de edad. 
• Entre 2020 y 2023: 50% de 112 pacientes evaluados presentó niveles altos de arsénico en orina.
• La población más afectada es la infantil: 33 casos.
• Evaluación en 8 colegios de Samegua, Tumilaca y Torata (2019): 74,5% de estudiantes (44 de 59) —en su mayoría menores de 12 años— presentó arsénico por encima de valores de referencia.

Contaminación del aire: material particulado con metales pesados

En 2023, el OEFA identificó a Quellaveco como la principal fuente de emisiones de PM10 y material sedimentable en la parte alta de la subcuenca Tumilaca, aguas arriba del Valle Tumilaca. Estas partículas se desplazaron hacia zonas agrícolas (cultivos de orégano) como en Piedra Mesa y contenían metales (cobre, molibdeno y plomo).

La contaminación generada por el proyecto minero viajó por aire, suelo y agua, afectando cultivos locales, economías familiares y posiblemente la salud de toda la población.

Ingreso al campamento minero Quellaveco

Nuevas ampliaciones, mayores riesgos

Actualmente, Anglo American tramita la aprobación de la quinta Modificación del Estudio de Impacto Ambiental (MEIA), con la que propone ampliar el tajo minero, una medida que profundizará los impactos ambientales y aumentaría la presión sobre el agua, los suelos y las comunidades de la zona.

Responsabilidad nacional e internacional 

Las comunidades del Valle de Tumilaca no solo enfrentan la exposición a metales pesados: también deben soportar la inacción del Estado para fiscalizar adecuadamente a una empresa multinacional cuyo cobre atraviesa toda la cadena de suministro hasta llegar a Europa. Cabe precisar que la asociación Derechos Humanos y Medio Ambiente (DHUMA), miembro de la Red Muqui, acompaña y brinda asesoría sobre este caso. 

Frente a la falta de respuesta del Estado, las comunidades elevaron su caso a Alemania para exigir responsabilidad en toda la cadena de suministro a la empresa Aurubis. 

En tanto, las demandas locales ante el Estado peruano son urgentes: 

• Identificación de fuentes de exposición y remediación ambiental.
• Tamizaje y monitoreo permanente de metales pesados en la población.
• Seguimiento epidemiológico y atención médica especializada.
• Vigilancia continua de metales pesados en el agua de riego y en cultivos, con datos públicos y accesibles.
• Declaratoria de emergencia sanitaria y ambiental en el Valle de Tumilaca y en la ciudad de Moquegua.

Las vidas del Valle de Tumilaca no pueden sacrificarse para sostener la industria del cobre en Europa. Riqueza para unos, contaminación, enfermedad y vulneración de derechos para otros.

Fotos: Red Muqui