La precariedad del sistema de salud en el Perú, de los niños con plomo de Pasco al Coronavirus (Covid19).

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Por: Jaime Borda / Secretario Ejecutivo de la Red Muqui

Y finalmente el Covid-19, más conocido como el Coronavirus, llego al Perú y con ello la alarma de una posible epidemia en nuestro país; aunque algunos especialistas ya hablan de una posible pandemia, puesto que el virus esta en más de un continente y su transmisión se esta presentando de manera muy rápida. En nuestro país más allá de los anuncios mediáticos de las autoridades respectivas en el tema y de la aparente diligencia del ministerio de Salud (MINSA) en atender algunos casos, lo cierto es que la llegada del Covid-19 lo único que ha hecho es poner en evidencia la precariedad de nuestro sistema de salud pública.

 

Y sobre esta precariedad institucional del MINSA hay algunos ejemplos, uno de ellos es la epidemia del dengue en la amazonia peruana que ya ha generado una decena de fallecidos y el Estado recién ha declarado en emergencia sanitaria algunas regiones de la selva. En este caso en particular se registran, según un reciente informe de Ojo Publico, más de 8 mil casos en lo que va del año, y la respuesta del MINSA ha sido tardía; y como es evidente la excusa de siempre es la falta de presupuesto para atender esta situación.

 

Otro ejemplo de los casos que no se atiende debidamente por las autoridades del MINSA y la PCM y que están en una situación dramática, son los niños y niñas de Cerro de Pasco; quiénes son afectados por la actividad minera y que tienen metales pesados como cadmio, plomo y mercurio en sus cuerpos. Desde hace tres semanas un grupo de padres de familia junto a sus hijos vienen acampando en el frontis del Ministerio de Salud en la ciudad de Lima. Ellos exigen atención integral e inmediata para sus hijos, y que este tratamiento se de fuera del país, así como el cumplimiento de los acuerdos firmados por el gobierno hace dos años. La respuesta del gobierno ha sido ambigua, se han comprometido verbalmente en algunas de estas atenciones, pero no hay una resolución que les de seguridad a estas familias.

 

El caso de Cerro de Pasco es uno más de las tantas regiones donde existen personas expuestas a metales tóxicos. La promesa del desarrollo económico centrado en la actividad minera de la que tanto se habla en este gobierno, hoy en día tiene impactos innegables e irreversibles; sobre todo en la salud de las personas y el medio ambiente. El MINSA tiene mapeado en el país más de 7 mil casos de personas expuestas a metales pesados, pero no existe una política pública implementada hasta el momento que atienda esta situación. Los afectados por metales tóxicos en el país están organizados en una plataforma nacional y desde varios años están solicitando atención a estas demandas, pero el MINSA y las otras instancias del gobierno nacional como la Presidencia del Consejo de Ministros no reaccionan de la misma forma en su caso como en el tratamiento al Coronavirus. Es más, la PCM a través del viceministro de Gobernanza Territorial, Raúl Molina, se comprometió públicamente ante los representantes de la Plataforma Nacional de Afectados por Metales Tóxicos en crear la Comisión Multisectorial que involucre a varios ministerios para lograr políticas de prevención, remediación de lugares contaminados y atención especializada en salud; pero hasta ahora, nada.

 

Por ello es necesario retomar el debate sobre el rol de la minería en nuestro país. Si se dice que la minería es una actividad económica importante para el país, no puede ser que esta se siga dando a costa de la vida y la salud de cientos de personas y mucho menos que se diga que no hay presupuesto para atender estos casos. Urge generar políticas públicas y fortalecer la institucionalidad estatal que realmente garanticen el respeto de los derechos humanos, ambientales y de salud para estas poblaciones afectadas.