Valles fértiles en Cajamarca y Arequipa bajo amenaza por proyectos mineros Tía María y Michiquillay de Southern Perú del Grupo México 

El Grupo México es un conglomerado empresarial minero con un gran poder económico y político en distintas partes del mundo, entre ellas nuestro país. A través de la empresa Southern Perú busca poner en marcha proyectos mineros de cobre en dos valles fértiles y productivos, tanto en Cajamarca como en Arequipa, que no tienen aceptación social.

CAJAMARCA

Se trata del Valle de Condebamba, situado entre los distritos de Jesús, Eduardo Villanueva y Cachachi de las provincias de Cajamarca, San Marcos y Cajabamba, de la región Cajamarca, productor de paltas, papas, frijoles, ajos, hasta cuyes y muchos más alimentos. El proyecto minero Michiquillay está a punto de iniciar su fase de explotación en la cabecera de cuenca del río Crisnejas (afluente del río Marañón en la cuenca amazónica). 

La preocupación es mayor entre los habitantes de las zonas indirectamente impactadas por encontrarse río abajo del Crisnejas y de este valle que sufren desde hace años las alteraciones ambientales producidas por la extracción formal a gran escala como la minera Shahuindo, pero también de numerosos proyectos de la minería informal localizados en el lugar. 

Percepciones basadas en la observación de la pérdida de la fauna acuáticas de los ríos, coloración y turbidez de las aguas de manantiales, lento crecimiento de cultivos, pérdida de fertilidad natural de las tierras; desaparición de animales silvestres, batracios y mariposas de las riberas de los ríos, incluso afecciones dérmicas en los niños que se bañan en los ríos. Así también las familias agricultoras del entorno de las operaciones mineras de Condebamba, que aún no sufren efectos severos de la contaminación, como las familias de la Encañada temen el inminente daño ambiental que se avecina con Michiquillay. 

En el documental “El Valle de Condebamba, donde crece la vida”, producido por Grufides y la Red Muqui, se brinda más elementos para comprender la defensa del territorio y del agua de las comunidades rurales, principalmente familias dedicadas a la agricultura y ganadería, frente a la amenaza del proyecto Michiquillay. La película también presenta algunas de las conclusiones del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de las actividades mineras en este valle, realizado por el botánico y doctor en bioquímica Fidel Torres, a partir de los detallados estudios químicos y biológicos de la calidad de agua en diferentes puntos del río Crisnejas en octubre de 2022.

AREQUIPA

El Valle de Tambo, provincia de Islay, región de Arequipa, es un área agrícola de 15 mil 218.3 hectáreas de terreno de calidad agroecológica alta para cultivos, que comprende en un 90% los distritos de Cocachacra, Dean Valdivia, Mejía y Punto de Bombón, considerados parte del proyecto Tía María.

Este fértil territorio también es denominado la despensa alimentaria del sur por su producción de arroz, ajo y cebolla, con destino a Lima, Arequipa, Moquegua, Tacna, Puno, Cusco y para el consumo local de Islay.

La principal fuente de agua para la agricultura y para el consumo humano proviene del ecosistema del río Tambo, que ha registrado cambio de coloración producto de la contaminación minera del Grupo Aruntani en el río afluente Coralaque, en Moquegua.

La posibilidad de convivencia entre la minería y la agricultura es una falacia que trata de insertar sin éxito el titular del Ministerio de Energía y Minas, Rómulo Mucho Mamani, para disminuir el rechazo contundente en el Valle de Tambo, cuya población local realizó en 2009 una consulta popular con resultados arrasadores: 97 % dijo no a la minería. A ello se suma que junto a su cliente Southern Perú ejercen presiones políticas y mediáticas con el respaldo del régimen de Dina Boluarte y del Congreso.

El fenecido economista y defensor ambiental Juan Aste Daffos publicó su investigación “Riesgos y potencialidades del Valle de Tambo en el contexto de la Covid-19 y la reactivación económica” en 2020. En el estudio analiza el costo beneficio económico y social entre el ingreso generado por la actividad agropecuaria y de pesca artesanal en el valle de Tambo – Arequipa - y el que éste recibiría del proyecto minero Tía María.

Entre sus conclusiones figuran que el desplazamiento de la actividad agropecuaria y de la pesca artesanal de la cuenca y el Valle de Tambo por la minería afectaría el empleo de unas 10 mil personas, mientras que la población involucrada en este problema económica y social superaría las 50 mil. “Esto se debe a que dichas actividades son la principal fuente generadora de empleo en la provincia de Islay y articulan a la mayoría de las otras actividades”, se lee en el documento.

La Red Muqui se ha pronunciado en varias oportunidades sobre la inviabilidad social, ambiental y económica del proyecto Tía María a partir de una revisión técnica del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Southern Perú. 

Es importante recordar que, durante la pandemia, la agricultura familiar sostuvo la vida de las familias peruanas gracias a la producción del 70 % de los alimentos que se consumen en el mercado nacional. Por ello, los valles de Condebamba y de Tambo también son fuentes de trabajo y de vida. Desde la campaña comunicativa de la Red Muqui denunciamos: “Valles y ríos para la vida, no para la minería”.

Fecha de publicación: 4 de septiembre de 2024

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