Asimetría de actores y conducción poco neutral del Estado no contribuyen al avance de mesas de diálogo

ANALIZA ÚLTIMO LIBRO DE COOPERACCIÓN

El último libro publicado por CooperAcción, "Conviviendo con la minería en el sur andino", analiza las condiciones que generaron los conflictos sociales en tres zonas mineras y evalúa la efectividad de las mesas de diálogo, que ven dificultado su avance debido a la asimetría de participantes (condiciones) y la conducción poco neutral de quienes las presiden.

César Flores, investigador de CooperAcción, y autor del libro, comentó que estos son algunos de los problemas hallados en el desarrollo de estos espacios, que son el principal instrumento de gestión de conflictos utilizado por el gobierno peruano.

“Vemos comunidades y población rural que se acercan a los espacios de diálogo con muchas debilidades. existe una parte fuerte constituida por la empresa y el Estado. Para reducir asimetrías, se requiere un trabajo preparatorio con las poblaciones y dotar de recursos económicos para que participen porque ellos mismos corren con los gastos para estar presentes”, agregó.

El economista también resaltó que la falla recurrente en casi todas las mesas, corresponde a la designación del facilitador, quien conduce o preside la mesa (o los ejes). Este funcionario designado por el Estado, no ha sido capacitado para conducir un proceso de diálogo, empiezan a abogar por una de las partes, lo cual genera desconfianza en la población.

Asimismo, Flores dijo que, a diferencia de los conflictos de rechazo, los casos de Espinar, Cotabambas y Chamaca –analizados en el libro– corresponden a conflictos de convivencia con la minería; es decir, se acepta la actividad minera, pero no a cualquier costo.

“En las mesas de diálogo que corresponden a conflictos por convivencia (que no se oponen a la actividad minera), poseen un reclamo que responde a una agenda principal de derechos economicos, ambientales, sociales, culturales y a la salud digna”, detalló.

"Conviviendo con la minería en el sur andino" tiene 31 recomendaciones de políticas públicas para mejorar el diálogo, lograr un impacto de desarrollo, y mejorar la operatividad de las mesas. Cada conclusión está en base a cada uno de los casos.

Se trata de las mesas de Espinar (Cusco, 2012 – 2013), Chamaca (Cusco, 2013) y Cotabambas (Apurímac, 2012 -2013), tres experiencias de procesos de diálogo en el contexto de los proyectos mineros Tintaya, Constancia y Las Bambas, respectivamente.

De esta manera, el libro se enfoca en el sur andino (Cusco y Apurímac), donde se están concentrando el 65% de la cartera de inversión minera, a la par con la conflictividad que también se concentra en un 35% (del total de conflictos que se mantienen en el país).

El autor contó con la colaboración de Marco Zeisser y Vanessa Schaeffer, para ofrecernos un recuento de cada caso, el desarrollo de los espacios de diálogo en torno a las actividades de las empresas mineras Hudbay (Constancia, Chumbivilcas), Xtrata Tintaya (Tintaya Antapacay, Espinar) y MMG Limited (Las Bambas, Cotabambas), zonas de influencia en donde CooperAcción realiza el acompañamiento a las comunidades y organizaciones sociales durante los procesos de diálogo y negociación.

“Con el análisis de esta experiencia, se pretende fortalecer las mesas de diálogo, un instrumento que aún está en construcción, y que es importante para lograr la gobernanza con una gestión de recursos sostenible, y así exista una buena convivencia entre la minería y la población local, y se alcance el desarrollo”, comentó Ana Leyva, Directora de CooperAcción.

Cuestión de territorio y participación

Durante la presentación de la publicación, David Montoya, Asesor de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad de la PCM (ONDS-PCM) indicó que los casos de Espinar y Las Bambas, muestran una oportunidad para sacar adelante la gestión del territorio como una política pública de Estado, que está pendiente de incorporar.

“Considero que las mesas se extienden y no se llegan a muchas conclusiones. Se asumen a las mesas como el fin y no como el medio para alcanzar un desarrollo. Atrás del conflicto está la falta de gestión del territorio que no permite el desarrollo. Y para eso se implantó hace 14 años el proceso de descentralización que no ha funcionado”, remarcó.

Asimismo, agregó que el caso de Las Bambas, más que un apoyo político para que el diálogo prospere, se requiere fortalecer e institucionalizar el manejo de la gestión del diálogo y los conflictos sociales en el sector público, que deberían partir desde el mismo Congreso de la República.

De igual manera dijo que las asimetrías de actores en una mesa de diálogo, se pueden ir superando si los Gobiernos Regionales (GORE) abren constantes espacios de participación ciudadana.

“No hay forma de que la gente aprenda participación y ciudadanía sino practica y participa permanentemente, lo cual recae sobre los GORE, que además tienen como competencia exclusiva evaluar y hacer un inventario de potenciales minas regionales para gestionar el territorio”, reiteró el funcionario.

Reglamentación y competencia

Por su parte, Rodolfo Abarca, presidente del Frente de Defensa de los intereses de Cotabambas, coincidió en que el Estado actúa como juez y parte en la mesa de diálogo que lentamente se lleva a cabo en Tambobamba (Cotabambas). También resaltó sobre la necesidad de que las mesas de diálogo cuenten con un marco legal.

“Nos queda la experiencia de que las mesas deben estar reglamentadas para saber cómo se deben conducir, quien va a conducir, quien va a facilitar. En el caso de Cotabambas tuvimos que esperar un año después de la instalación de este espacio”, recordó.

A casi un año del estallido del conflicto que dejó tres muertos en Apurímac, Abarca reiteró que el pueblo de Cotabambas siempre ha tenido la iniciativa del diálogo, siempre hemos cumplido con remitir documentos al gobierno central, por la via regular, para que ellos expliquen a la población sobre las modificatorias del EIA del proyecto Las Bambas.

“Lo que esperamos es que exista un constante acercamiento y voluntad de este nuevo gobierno”, finalizó.

Finalmente, el exviceministro de Gestión Ambiental, José De Echave, agregó que es importante medir los resultados de éxito de las mesas, no sólo en términos de obras físicas, sino también en su contribución en la construcción de ciudadanía y fortalecimiento de la institucionalidad local.

Igualmente, señaló que el adelanto social no es suficiente para resolver los conflictos, ya que los conflictos tienen un carácter multidimensional; además esta política ya se habría aplicado durante la época del súper ciclo de precios cuando abundaban los recursos sin que se reduzcan los conflictos.

Foto: CooperAcción / Comunicaciones RED MUQUI

¿Te gustó este artículo? Compártelo

Últimas noticias

Pronunciamientos

Grupo de Pueblos Indígenas de la CNDDHH demanda al Estado atender recientes derrames de petróleo y sus impactos

SEGUIR LEYENDO

Muqui Informa, Noticias

Señales contradictorias en Las Bambas: gobierno anuncia visita a la zona y general de la PNP amenaza a comunidades

SEGUIR LEYENDO

Muqui Informa, Noticias

El Perú está movilizado: NO más represión y violencia hacia la población.

SEGUIR LEYENDO

¿Tienes alguna pregunta?