Crisis climática, incendios forestales, expansión del extractivismo y los «colapsos localizados”

Por: Jaime Borda Pari, secretario ejecutivo de la Red Muqui

En las últimas semanas, el Perú ha enfrentado una serie de incendios forestales graves. Hasta mediados de septiembre de 2024, se habían reportado más de 222 incendios forestales en lo que va del año, afectando principalmente las regiones de Amazonas, Cusco, Cajamarca, Áncash, San Martín, entre otras. Según reportes periodísticos, autoridades locales y organizaciones ambientalistas, las áreas más afectadas incluyen un poco más de 1,495 hectáreas de cultivo, además de 2,257 hectáreas de cobertura natural destruidas, lo que ha generado un gran impacto en los ecosistemas locales. Asimismo, se han registrado al menos 15 personas fallecidas y más de 90 heridos, 1,800 personas afectadas directamente, en su mayoría agricultores que han perdido sus medios de vida.

La situación que le ha tocado vivir al Perú no es ajena a lo que está pasando en la región latinoamericana, ya que Brasil, Bolivia, Venezuela, Colombia, Argentina y Ecuador son algunos de los países más afectados por los incendios forestales. Pero esta situación no es nueva, en realidad estamos viviendo tiempos del colapso ecológico en plena era de la crisis climática, ahora fueron incendios, pero hace algunos meses en varios países se presentaron fuertes lluvias y vientos, inundaciones, sequias, tornados, olas de calor y/o de frío, entre otros. En palabras de Maristella Svampa, que es una reconocida socióloga, escritora y activista argentina, estamos viviendo “lo que podemos llamar una persistente acumulación de ‘colapsos localizados’, que afectan ciudades y zonas aledañas y van erosionando las condiciones de vida, generando desastres cada vez más amplios y potenciándose entre si” y, lamentablemente, los países del sur global somos los más afectados.

¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno peruano frente a la emergencia de los incendios forestales?, pues negar el problema o acusar a las comunidades locales de ser las principales causantes de los incendios. El Perú no está preparado para estos “colapsos ambientales localizados” que se nos vienen en los próximos años. Por el contrario, el Poder Ejecutivo y su coalición mafiosa del Congreso lo único que buscan es perpetuarse en el poder para sacar adelante sus negocios, por eso no quieren derogar, por ejemplo, la “Ley Antiforestal” que beneficia solo a unas cuantas empresas. Y, por otro lado, en vez de proteger nuestros recursos hídricos, las cabeceras de cuenca, la agricultura familiar o nuestros valles fértiles se busca imponer proyectos mineros por la fuerza, como es el caso del proyecto Tía María del valle de Tambo en Cocachacra - Arequipa o en los bosques de neblina de Piura con el proyecto minero Río Blanco.