La agenda del agua y la salud frente a la actividad minera en el país

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editorial jaime borda

Por: Jaime Borda / Secretario Ejecutivo de Red Muqui.

Durante la semana, la novedad en el escenario político peruano la ha dado el presidente Pedro Castillo, ya que después de su juramentación como presidente de la República, es la primera vez que envía un mensaje a la nación para hacer algunos anuncios. Entre la que más ha destacado fue la construcción de una planta para la fabricación de la vacuna Sputnik en el Perú, algo que sin duda nos parece importante. A la par, la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, en la semana también ha declarado a la prensa señalando que “la calle pide la vacancia presidencial de Pedro Castillo”, echando de esta forma más leña al fuego a la confrontación política entre el Ejecutivo y Legislativo. Lamentablemente, este escenario de constante crispación política no nos lleva a ningún lado, por el contrario, se pierde el norte para discutir lo verdaderamente importante para el país.

De otro lado, un tema que queremos comentar y que debería generarnos preocupación es el desabastecimiento de agua que vienen sufriendo los pobladores de uno de los distritos más grandes del país, hablamos de San Juan de Lurigancho en la ciudad de Lima. Lo que viene pasado en este distrito no solo es responsabilidad de las autoridades competentes en este sector como SEDAPAL o los gobiernos locales, si no de la política de gobierno que se debe empezar a discutir para garantizar agua en cantidad y calidad para todos los peruanos y peruanas que no tienen acceso a este recurso vital. Lo que viene pasando en San Juan de Lurigancho solo es una muestra de lo que podría pasar si se desabastece de agua a toda Lima, una de las ciudades más pobladas de todo el país. Y esto pasa por proteger nuestras cabeceras de cuenca en las partes altas, así como reconocer el trabajo de cuidado que realizan nuestras comunidades campesinas en estas zonas, que muchas veces son estigmatizadas o criminalizados por defender sus recursos hídricos.

Finalmente, esta semana, el ministro de Energía y Minas, Iván Merino ha realizado una serie de visitas a dos regiones mineras en el país, primero a Pasco y luego a Huancavelica. En el primer caso, ha visitado dos zonas afectadas por la minería en la provincia de Cerro de Pasco, y como era previsible, el principal reclamo de los cerreños es la atención a los impactos ambientales y a la salud de las personas expuestas a metales tóxicos en la zona. Al respecto, el ministro Merino pidió al viceministro de Ambiente que le envié un estado de la situación actual, incluyendo los informes de la ANA y OEFA. Y respecto a los casos de afectados por metales tóxicos, relativizó su situación al señalar que deberían haber estudios «neutrales», desmereciendo los estudios internacionales que se han hecho a decenas de niños en la provincia de Cerro de Pasco, que precisó que habían niños contaminados con plomo, mercurio y otros metales pesados.

Del mismo modo, el titular del MINEM estuvo en Huancavelica para escuchar las demandas de los pobladores y autoridades locales, quienes cuestionan el intento de ingreso del proyecto minero de exploración Puqaqa Sur de la empresa minera Nexa Resources a sus territorios. La posición de la población local es que este proyecto no se puede realizar porque afectaría las fuentes de agua para consumo humano de la ciudad de Huancavelica. En ambos casos, el ministro de Energía y Minas no ha podido responder con claridad sobre como se piensan gestionar estas demandas e impactos que viene generando la actividad minera en el país. Luego de más de tres décadas de intensa actividad minera en el país, es evidente que tenemos que discutir un nuevo marco jurídico y social para la minería y no solo promoverla sin mayor discusión o revisión, como lo han hecho los últimos gobiernos de turno.