Valles y páramos de Piura: gobierno e inversionistas buscan imponer proyectos mineros sin aceptación social

La costa peruana destaca por su biodiversidad, gran variedad de productos alimenticios y cultura gracias a ecosistemas hídricos y extensos valles agrícolas, que en la región de Piura son el símbolo de la lucha de comunidades y población local contra cuestionados proyectos mineros. El Algarrobo y Río Blanco son dos de ellos.

EL ALGARROBO

Recientemente, el régimen de Dina Boluarte adjudicó a la Compañía de Minas Buenaventura el desarrollo del proyecto minero El Algarrobo en Tambogrande por un monto total de US $2753 millones. Esta noticia fue difundida en medios de comunicación de alcance nacional sin tomar en cuenta que este proyecto afectará el valle fértil de San Lorenzo, el agua y la vida de los pobladores. Recordemos que el proyecto el Algarrobo es parte del controvertido proyecto minero Tambogrande que fue rechazado en una consulta popular en el año 2002 dónde más del 98% de la población de Tambogrande le dijo No a la minería y por lo tanto no cuenta con licencia social.

En el ámbito local la realidad es distinta a las declaraciones del titular del Ministerio de Energía y Minas, Jorge Montero Cornejo. El presidente del Frente de Defensa de Desarrollo de los Intereses de Tambogrande, Gianfranco Mendoza, rechaza las actividades mineras por constituir una amenaza para los medios de vida. 

“Hemos elegido nuestro modelo de desarrollo basado en la agricultura y la ganadería. Rechazamos los proyectos mineros. Tenemos la producción de mango, palta, arroz y la crianza de ganado vacuno y ovino. Para nosotros es una molestía que no se respete la decisión del pueblo. (El gobierno) debe proponer proyectos como la crianza de animales y la agricultura”, declaró.

Otro dirigente es Luis Riofrio, presidente del Comité de Desarrollo Local del distrito de Tambogrande, quien recordó la consulta vecinal del año 2002, la primera en Latinoamérica frente a un proyecto minero, en aquel entonces de la empresa Manhattan Sechura Compañía Minera S.A.  

“El pueblo ya decidió que no quiere minería. Además, el Valle de San Lorenzo es el primer productor de mango y el segundo productor de limón. Técnicamente y socialmente es inviable (el proyecto El Algarrobo)”, explicó.

Por su parte, Liliana Alzamora, miembro de la Cooperativa Agraria Renato Rossi, resaltó el aporte económico de los valles en las miles de familias agricultoras. La producción de alimentos, por ejemplo, arándano, mango, limón, entre otros, llegan a los mercados y a las mesas peruanas del país. 

RÍO BLANCO

Los páramos y bosques de neblina, ubicados en las nacientes de las cuencas del río Quiroz y del Chinchipe, provincias de Ayabaca y Huancabamba, proveen del agua que sustenta la agricultura familiar y la vida de la población urbana y rural de Piura y parte de Cajamarca. En esta zona pretende la empresa Río Blanco (consorcio chino Zijin) explotar cobre y molibdeno a través de tajo abierto en ecosistemas frágiles. Desde hace más de dos décadas, el proyecto Río Blanco no ha logrado tener el consentimiento social a pesar de sus campañas comunicativas y la alianza con ciertos gobiernos de turno que lo respaldaron en su momento.

Uno de los hitos clave ocurrió el 16 de septiembre de 2007, cuando, a través de una consulta vecinal, el 95% de la población de los distritos piuranos de Pacaipampa, Ayabaca y El Carmen de la Frontera rechazó la entrada de la minería. Este pronunciamiento desencadenó una serie de acciones ilegales, violentas y represivas, primero por parte de la empresa británica Monterrico Metals, y luego de la empresa china Río Blanco a partir de 2007. Hasta la fecha, este conflicto ha dejado un saldo de 10 personas fallecidas y numerosos dirigentes denunciados y criminalizados por defender su territorio.

La agenda titulada “Defensa y Protección del Territorio, Páramos y Bosques de Neblina en Piura”, elaborada colectivamente por comunidades y organizaciones sociales de Ayabaca y Huancabamba y organizaciones de la Red Muqui, entre sus conclusiones asegura que el sector agrario en Piura genera 26.8 veces más valor que el canon minero proyectado por el proyecto Río Blanco.

El documento analiza, entre otros temas, el costo-beneficio del empleo entre el agro y este proyecto de capitales chinos. El primero de ellos genera 46.2 veces más trabajo que el otro.

La resistencia de las rondas y comunidades se mantiene firme. Hace un mes realizaron una conferencia de prensa para ratificar la defensa del agua y territorio. Aún así, las presiones políticas empresariales en torno a operaciones mineras sobre páramos y bosques de neblinas no se han detenido. El año pasado la empresa minera publicó en sus redes sociales que contaba con el respaldo del Gobierno Regional de Piura y de la Municipalidad Provincial de Huancabamba, las cuales se vieron en la necesidad de emitir comunicados desmintiendo a la minera.

Frente a esta coyuntura, el secretario ejecutivo de la Red Muqui, Jaime Borda señala ,que el escenario de expansión minera para el 2025 va generar mayor presión en los territorios para imponer proyectos mineros, “Lo están haciendo en el caso del valle de Tambo - Arequipa imponiendo Tia María, y quieren repetir la misma fórmula en el valle de San Lorenzo en Tambogrande con el proyecto minero Algarrobo y con Río Blanco en Ayabaca y Huancabamba - Piura”, así mismo Borda concluye que hemos llegado a un punto en el que no importa la opinión o participación de la gente, ni mucho menos que la población local decida sobre el tipo de desarrollo que quieren, solo importa los negocios y las ganancias mineras, el Estado hace rato ha claudicado a su rol garante de derechos de su población.