Entrevista a periodista N. Maron: «A veces me da vergüenza decir que soy de Suiza»

Entrevista a periodista Nicole Maron: «A veces me da vergüenza decir que soy de Suiza»
La periodista suiza Nicole Maron vive en el Perú y tiene un compromiso con el cuidado del medio ambiente y un mundo más justo. Denuncia el estilo de vida globalizado del Norte Global como un sistema neocolonialista que explota al resto del mundo, escribió una carta abierta al Ministro de Asuntos Exteriores de Suiza, Ignazio Cassis, y toca puntos delicados en muchas de sus publicaciones.

Nicole Maron, usted llama al estilo de vida supuestamente «civilizado» del Norte Global neocolonialista explotador. ¿Qué exactamente quiere decir con esto?

En América Latina y otras regiones del Sur Global, los efectos de la globalización se pueden sentir muy claramente. Las relaciones económicas a nivel global siguen basándose en la explotación, a pesar de que la era del colonialismo supuestamente ya ha terminado. Pero lo que vivimos hoy en día, es una forma extrema de neocolonialismo, sostenido no por la fuerza de armas sino por la presión económica y política. Los y las habitantes de países como Perú o Bolivia sufren por las consecuencias negativas de este modelo, el cual permite el estilo de vida lujoso y bien asegurado en países como Suiza.

¿A qué consecuencias negativas se refiere?

Por ejemplo, a la deforestación de la selva o la contaminación por la minería. A nivel mundial, cada minuto se tala una superficie de selva tropical del tamaño de 30 campos de fútbol, un diez por ciento de esto en Brasil. Gran parte de las zonas deforestadas se destinan a la producción de soja, es decir, a la alimentación del ganado cuya carne se exporta a China, Estados Unidos o Europa. Por otro lado, las actividades mineras contaminan el agua, el suelo y el aire, destruyendo la base de vida de la población local.

¿Conoce algún caso concreto de contaminación?

Por supuesto. En lugares como Espinar o Cerro de Pasco estamos hablando de personas que tienen hasta 17 metales pesados en la sangre y cuyos animales mueren porque beben agua de ríos envenenados.

¿Hay empresas suizas que son involucrados en esta situación?

Hay muchas empresas mineras transnacionales que operan en el Perú. En Cerro de Pasco y también en Espinar, la empresa suiza Glencore maneja tres minas que ya llevan casi 40 años causando graves daños al medio ambiente y a la salud de la población. La empresa actúa con una indiferencia y arrogancia increíble. Lo único que le interesa es su ganancia.

¿Cuál es la actitud del gobierno peruano?

El gobierno peruano tanto como el gobierno suizo están apoyando a las empresas porque el Estado se beneficia de estas actividades a través de los impuestos. En el mes de noviembre del año pasado, el gobierno suizo recomendó rechazar la iniciativa para mayor responsabilidad empresarial por temor a los daños económicos para Suiza. Con esta actitud, Suiza ha declarado oficialmente que la economía tiene prioridad sobre los derechos humanos.

¿Fue esa la razón por la que escribió una carta al Ministro Ignazio Cassis el 28 de febrero de 2021?

El motivo de esta carta fue un pronunciamiento de Cassis en diciembre, en el cual anunció que, de aquí en adelante, las ONGs ya no podrán utilizar fondos de la COSUDE -la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación- para campañas de información y sensibilización en Suiza.

¿Qué significa eso en lenguaje sencillo?

Que la cooperación al desarrollo debería concentrarse en sus proyectos en el Sur Global y no puede evidenciar los daños que la política y las empresas suizas causan en el extranjero. Se ignora la destrucción del medio ambiente, la crisis climática y la muerte de personas para que la población suiza pueda mantener su estilo de vida orientado al consumo. Los metales que se extraen aquí en el Perú y en otros países, se utilizan para baterías y dispositivos electrónicos que compramos en Suiza a montones.

En su carta, usted exige un gobierno que asuma su responsabilidad y ponga la ética por encima de los intereses económicos, para que ya no tenga que avergonzarse cuando diga que es de Suiza.¿Siente vergüenza de su país?

Desgraciadamente, sí. Porque, me guste o no, soy parte del sistema que se base en la explotación y resulta en la injusticia global. Con mi pasaporte y un sueldo mayor al sueldo promedio peruano o boliviana, tengo privilegios – no sólo en Suiza-, sino también aquí. Por ejemplo, el acceso a una buena atención sanitaria.

¿Cómo se percibe a Suiza en países como Perú o Bolivia, que -según la lista de la Fundación Alemana para el Desarrollo en cooperación con la OCDE- se consideran países en desarrollo?

Depende a quién se le pregunte. Muchos empleados estatales la perciben de manera muy positiva, a Suiza y a los otros países que invierten aquí, porque aportan al crecimiento económico. Pero si se habla con la población indígena que sufre directamente por las decisiones políticas y las actividades económicas de Suiza, la percepción es muy diferente.

¿Tiene un ejemplo?

Si. En enero hice entrevistas en comunidades indígenas de Espinar para un documental sobre las minas de Glencore. Una señora mayor me pidió que hiciera un llamado a Suiza y a los directores de Glencore.

¿Qué dijo exactamente?

Dijo: «Yo sufrí desde mi niñez por la minería. Mi papa trabajaba en una mina hasta su muerte, pero ahora mi pobre mamá no recibe ni seguro ni renta. Se han comprometido en educarnos, pero por ser gente humilde, gente originaria, aquí no hay justicia. Por eso ya hago un llamado a los dueños de la mina. Seguramente no soy la única a quien les pasan estas cosas. En todo el mundo, cuantos niños estarán sufriendo por la minería, cuantas madres estarán golpeadas, cuantas despojadas de sus terrenos. ¿Por qué tenemos que sufrir? Pregunto también al Estado peruano y a los congresistas, ¿por qué no nos manda sus abogados? A todos ellos hago este llamado, con mi tanto sufrimiento.»

Usted señala que el consumismo de la población del Norte Global es corresponsable por esta situación. ¿Qué podemos hacer para cambiarla?

Cada uno puede cambiar su comportamiento como consumidor. Por ejemplo, ¿realmente necesitamos un nuevo celular cada año, o cada nuevo dispositivo? Hay que ser más consciente de nuestra huella ecológica, la cual en Suiza es mayor que en muchos otros países. Pero creo que hay algo con lo que se puede lograr mucho más: el compromiso político. En Suiza tenemos la oportunidad de participar e influir en las decisiones de nuestro gobierno hasta cierto punto, y deberíamos aprovechar este derecho.

¿Por qué vive en el Perú actualmente?

Después de vivir en Kurdistán por un año de 2010 al 2011, quise conocer a América Latina como otra región del mundo con fuertes movimientos sociales que luchan contra el sistema de opresión y explotación. Aquí y también en Bolivia donde vivía antes, he aprendido mucho, incluso culturalmente y espiritualmente.

¿Por ejemplo?

En la región andina y también en la amazónica la gente tiene otras formas de pensar y vive realidades que son completamente diferentes, los cuales cuestionan el llamado «progreso» y la visión académica del mundo. Hablo del «llamado progreso» porque un estilo de vida que resulta en la destrucción de nuestro planeta no debería ser llamado desarrollado, sino primitivo y estúpido. Al fin y al cabo, estamos destruyendo poco a poco nuestra propia base de vida. Sin embargo, los países que se autodenominan «desarrollados» presumen enseñar al resto del mundo como se puede vivir mejor.

Entonces, ¿la vida en los países desarrollados no es mejor que en los países en desarrollo?

No necesariamente, porque son los países desarrollados que definen lo que significa una vida mejor, y esta definición se basa principalmente en tener más plata. Pero este modelo principalmente sirve a la economía y a las empresas. Conozco a muchas personas en Suiza que se han enfermado o han caído en depresión entre los 30 y los 40 años, porque ya no podían soportar las presiones del mundo laboral. Incluso hay niños y niñas de la primaria en Suiza que sufren de depresión debido a la presión por el rendimiento. Ahora, ¿un sistema que hace que la gente enferme, realmente puede ser un buen sistema?

¿Usted quiere cambiar el sistema?

Mi compromiso es compartir las experiencias que hago aquí con personas en Suiza y otros países del norte, esperando que esto ayude que ellos reflexionen más sobre los efectos de su estilo de vida. Tal vez de esta manera, se pueda impulsar un cambio de conciencia que es muy necesario. Porque el sistema económico actual ha creado una sociedad de consumo que acabará llevándonos a todos y todas al borde del colapso.

Podría tener un trabajo bien pagado en Suiza o en otro país del llamado primer mundo, mientras que las oportunidades de ganar dinero en el Perú probablemente sean menores. ¿No le importa eso?

Para nada. Nunca he hecho depender mis actividades profesionales o mi compromiso de mis ingresos, sino únicamente de lo que hago vale la pena. Mientras pueda sustentarme con mi sueldo, seguiré trabajando en proyectos no remunerados, sea en Suiza o en el extranjero.

Entrevista: Kerem S. Maurer
Publicado en: Anzeiger von Saanen, Suiza, 23. de abril 2021

Nicole Maron Oscamayta es una escritora y periodista suiza. Desde 2017, vive en Bolivia y el Perú. Trabaja para diferentes medios de Suiza y Alemania y realiza documentales, con un enfoque en temáticas socio-políticas y medio-ambientales como migración, (in)justicia global, descolonización, derechos humanos, y espiritualidad.

www.maron.ch

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