Listado de la etiqueta: Alternativas al desarrollo

El último martes 07 se llevó a cabo la tercera mesa de discusión del “Ciclo de conversatorios: el Perú del Bicentenario: los problemas actuales de las personas defensoras del ambiente y los territorios”, organizado por el Grupo de Trabajo sobre personas defensoras de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) en colaboración con Asociación SER, CBC, Oxfam, Kené, DAR, DHUMA, IDL y Red Muqui, y fue transmitida por el Facebook de Red Muqui. En esta mesa se abordó sobre la situación de vulneración y formas de resistencia de Defensores Ambientales en el Perú, y se contó con la participación de panelistas pertenecientes a organizaciones sociales y organismos públicos. 

Los defensores y defensoras ambientales son personas que tienen como objetivo principal realizar acciones para proteger los derechos relacionados con el medioambiente, la tierra y su territorio. De esa manera, su trabajo, al tener una importancia vital para el cuidado de nuestros hogares, la protección de estas personas también incumbe a todos y todas. Sin embargo, de acuerdo con Percy Castillo, adjunto para los Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo, la labor de los Defensores/as Ambientales viene siendo afectada por diferentes problemas como la constante estigmatización que sufren clasificándolos como ‘anti desarrollo’ para deslegitimar su lucha o a calificarlas de radicales; además, sufren de hostilización, agresiones, utilización indebida del derecho e inclusive de la criminalización. A pesar de eso, comenta que hay una ausencia de sanción por los ataques realizados contra estas personas protectoras del ambiente, e incluso, no existe, a la fecha, sentencia alguna por las muertes de defensores ambientales e indígenas en el Perú.

Esto también es complementado por lo señalado por el Secretario General de las Asociaciones de Urbanización y pueblos jóvenes de Espinar, Vidal Merma, quien explica casos de una gran cantidad de defensores ambientales y dirigentes en la provincia de Espinar que reclamaban sus justicia, pero que fueron criminalizados e incluso asesinados por parte de la policía y que, a pesar de que hay evidencias del asesinato, los casos nunca se han visibilizado a nivel nacional e internacional. Además, comenta sobre hechos similares ocurridos en Moquegua en donde las empresas que realizan actividades que afectan el territorio han llegado a asesinar a dirigentes y defensores del medio ambiente. Merma añade que las empresas silencian sistemáticamente a las personas que reclaman justicia, y solo las que cuentan con dinero suficiente, pueden obtenerla, mientras que las que no cuentan con los recursos económicos suficientes, no pueden pagar un juez.

A raíz de eso, las poblaciones y los/las defensores que sufren constantemente las violaciones de sus derechos, viven con una inseguridad total porque no hay una institución del Estado que pueda brindarles seguridad, y señala que el Ministerio Público no hace su trabajo de administrar justicia, y no hay nadie de parte del Estado que los defienda.

Es importante tomar en cuenta que la criminalización, la violencia ejercida hacia los/las defensores no solo les afecta a ellos/ellas, sino que también afecta a sus familias. Por esa razón, y ante la ausencia del Estado para proteger la labor y los derechos de las personas defensoras del ambiente, surge la necesidad de organizaciones como la Organización Regional AIDESEP Ucayali (ORAU), en la que trabaja la panelista Judith Nunta. Esta organización ha diseñado un Programa Mujer Indígena que trabaja con mujeres indígenas, quienes han quedado viudas, por el asesinato de defensores. El programa busca promover el liderazgo femenino y la reivindicación de su rol dentro de las comunidades, federaciones y otras organizaciones de gobierno indígena.

Discutiendo sobre las problemáticas que generan la afectación a los derechos de los defensores y defensoras, Percy Castillo señala que la Defensoría del Pueblo considera que las principales causas de los ataques, amenazas y homicidios a este grupo son los problemas estructurales: actividades ilegales (tala, minería, agroindustria, etc.), falta de titulación de comunidades, falta de presencia estatal, impunidad frente a ataques, y corrupción. El adjunto para los DDHH de la Defensoría del Pueblo señala que mientras no se dé solución a estos problemas, siempre va a haber un marco de amenaza a los/las defensores.

Frente a esto, Vidal Merma comentó que a los problemas estructurales explicados por Castillo, se le debe agregar un problema fundamental, y es el hecho de que el Estado suele priorizar la protección de los capitales extranjeros y la inversión extranjera, por lo cual permite que las empresas transnacionales sigan cometiendo vulneraciones de los DDHH. El hecho de que el Estado y sus instituciones prioricen la generación de recursos económicos frente a los derechos humanos y ambientales, representa una problemática constante para la cual se debe buscar solución desde el Gobierno.

Desde el 2018 a la actualidad, ha habido un avance a nivel normativo para la protección de los/las defensores, lo cual se ve reflejado en que, actualmente, se cuenta con el Decreto Supremo 003-2021/MINJUS (Mecanismo intersectorial para la protección de las personas defensoras de derechos humanos). Sin embargo, Mar Pérez, miembro de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), señala que aún faltan implementar acciones, como la participación constante de la sociedad civil, para que el mecanismo pueda garantizar la independencia, imparcialidad, y que se den medidas de protección flexibles y acordes a las necesidades reales y concretas de las personas defensoras.

Además, Pérez destaca la lucha de las mujeres defensoras, que, lamentablemente, son víctimas de violencia sexual y de género. Por esa razón, pide que todas las autoridades vinculadas en la problemática se pongan los lentes de género y diseñen herramientas para también proteger las defensoras. Además, señala que se necesita que el protocolo de revisión personal sea modificado para que las mujeres defensoras no sean sometidas en comisaría con la búsqueda de elementos delictivos.

Edgardo Rodríguez, director general de la dirección de derechos humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUS), respalda las palabras de Mar Pérez, y comentó que el Estado, a pesar de haber dado pasos  significativos para solucionar las problemáticas que afectan a los defensores/as ambientales, estos aún siguen siendo insuficientes y que, así como señala Mar Pérez, se debe buscar solución a los impactos diferenciados en razón de género, dado que se suele olvidar de los contenidos de la afectación especial a las niñas y mujeres que también buscan defender sus derechos.

Por último, según Rodríguez, el esfuerzo para solucionar la problemática y cerrar las brechas tiene que ser uno que comprometa a distintos actores, no solo a las organizaciones defensoras ni a la población, sino a otros actores como a las empresas formales y no formales, lo cual también se está trabajando en el Plan Nacional de Acción sobre Empresas y DDHH. Esto es importante, ya que permite concretar el compromiso de las empresas para que tengan respeto y garanticen los derechos de las personas defensoras. Además, agrega la importancia de construir redes de actores que contribuyan a desarrollar un trabajo más articulado entre el Estado y las comunidades cuando ocurran situaciones que vulneran los derechos de las personas y del medio ambiente, ya que, muchas veces, las denuncias llegan tarde por, justamente, la falta de conexiones con autoridades locales o con actores que apoyan hacer llegar las demandas.

Teniendo en cuenta la importancia y los desafíos que aún quedan por enfrentar, les invitamos a participar del foro en cual se presentará el informe regional “Proteger Nuestra Casa Común” el miércoles 15 de septiembre, y en el que participarán diferentes panelistas de organizaciones sociales, instituciones públicas y organismos internacionales. En este evento, se informarán los desafíos a los que se enfrentan defensores y defensoras de seis países de Latinoamérica, y se generarán mayores propuestas sobre cómo mejorar el entorno y protección para los defensores y defensoras ambientales y de derechos humanos

¿Sabemos de dónde vienen nuestros productos que consumimos todos los días y cuál es el impacto que tienen en la gastronomía peruana y en nuestras vidas? ¿Sabemos cómo se desarrollan en concreto las experiencias de agricultura familiar en las regiones de nuestro país?

La Red Muqui realizó un Desayuno de Trabajo el miércoles 11 de septiembre en el local de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, confrontando escenarios posibles que tarde o temprano pueden convertirse en una realidad. Alimentar a más de 31 millones de personas con productos autóctonos saludables y de buena calidad va ser el desafío no solo de las generaciones por venir, sino también de nosotros, que habitamos el presente. Con este pensamiento iniciamos nuestra actual campaña y, en este contexto, queremos destacar la importancia de la «Agricultura Familiar».

La importancia de la “Agricultura Familiar”

Gracias a la diversidad de cultivos de la tierra con su pluralidad de climas que aprovechamos desde la época de nuestros ancestros, existe una cantidad de platos peruanos que hacen que la gastronomía de nuestro país sea una de las más ricas y variadas del mundo y América Latina. Pero no solamente para la gastronomía, sino también para la canasta familiar de las y los peruanos, en que la Agricultura Familiar es esencial. Según la FAO, el 70% de los productos alimenticios que se consuman en el mercado nacional son generados por la agricultura familiar. Sin embargo, la importancia de este tipo de agricultura a pequeña escala no ha tenido mayor atención por parte del Estado y la sociedad en su conjunto.

¿Qué pasaría si en los platos emblema de nuestro país, como la pachamanca, comeríamos solo pollo; sin las habas, choclo, papas y camotes que son nutritivos y se cosechan en nuestro país? ¿Qué pasaría si quisiéramos comer papa a la huancaína pero ya no tuviéramos las variedades de papa peruana para disfrutar de este delicioso plato? Quizás en ese momento nos daríamos cuenta de la importancia de los platos que comemos día a día en nuestros país.

A partir de estos pequeños platos de comida, servidos por una cocinera de un comedor popular autogestionario de Comas a las y los agricultores que vinieron de Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, y a los periodistas presentes; es que se inició un diálogo sobre la importancia de la agricultura familiar en la sociedad y el Estado, a partir del desarrollo de la agricultura familiar en las regiones mencionadas.

Conociendo las experiencias regionales de agricultura familiar

El objetivo del desayuno fue mostrar a través de las experiencias locales, las alternativas que se practican en diferentes lugares del Perú, a pesar de las dificultades, y así demostrar la importancia de la Agricultura Familiar. En el distrito de Pataypampa, Apurímac, cerca al proyecto minero Las Bambas, “se está logrando cambiar el contexto en el que vivían las comunidades empezando a mejorar el manejo de los recursos naturales que permitió recuperar el agua. Introduciendo el sistema de riego presurizado, la agroforestería, y así logramos la diversidad productiva agropecuaria. Los excedentes vienen siendo vendidos en la feria dominical de la capital provincial (Chuquibambilla)”, señaló el agricultor y representante apurimeño, Victor de la institución de AEDRA – Apurímac.

A su turno, Aurora Portal, agricultora y productora perteneciente al colectivo por la vida y la pachamama de Cajamarca, señaló que sus experiencias y la de sus compañeras mujeres se dio a partir de la resistencia al proyecto minero Conga, que finalmente fue detenido por la población de las comunidades cajamarquinas. Frente a esta victoria, las mujeres se preguntaron: ¿ahora qué hacemos?, y empezaron a producir las tierras de la jalca cajamarquina que se verían perjudicadas por la minería. “De esta manera desarrollamos plantas medicinales, jabones y champús orgánicos, y generamos trabajo para nosotras y para la comunidad que cultiva estas hierbas y plantas. Asimismo, también participamos en ferias para vender nuestros productos y realizamos talleres con comunidades para que produzcan sus tierras tomando nuestro ejemplo”, enfatizó Aurora Portal, junto a Mirtha Villanueva, directora de la institución Grufides – Cajamarca.

Finalmente, Tulia García, directora de CEDAP – Ayacucho, señaló que en Cangallo, lugar afectado por el conflicto armado interno, pudieron “recuperar el rol de la comunidad y el de las pocas familias que seguían cultivando. Fue importante porque se logró proteger las semillas para producir en distintas tierras y ahora realizamos siembra y cosecha de agua para lograr que el agua llegue a las distintas tierras y podamos producir en un contexto de desertificación de glaciares”.

Al finalizar la presentación de las experiencias regionales, y frente a los desafíos de protección y desarrollo de estas experiencias; el especialista y autor del libro: Minería y agricultura en el Perú, Edwin Alejandro Berrospi, de Red Muqui; señaló la importancia de estas experiencias regionales que deben tener respaldo nacional desde el Estado y sus políticas públicas. El libro es el resultado de la sistematización de las experiencias regionales presentadas, sumadas a la del Valle del Mantaro, en Junín; y la Quebrada del Chaupihuaranga, en Pasco. En palabras de Edwin Alejandro: “se debe reconocer los derechos de las comunidades campesinas y nativas sobre su territorio para la producción de alimentos».

Posteriormente, el especialista y director de CEPES, Laureano del Castillo, señaló la importancia de lo expresado por los agricultores y representantes de las instituciones y la sistematización del libro presentado; señalando que escuchar un discurso como el expresado es esperanzador porque “hemos escuchado experiencias positivas y existe un discurso sobre la agricultura familiar de precariedad. “Hay que mirar la riqueza que tenemos, valorarla, y transformarla también.” Finalizó señalando que en el Congreso ya existen leyes para promocionar los señalado, pero se necesitaría una ley para que se cumplan todas las leyes que ya están aprobadas. El 87% de las unidades agropecuarias son de agricultura familiar y si la política económica sigue privilegiando la agroexportación, que está en manos de pocas empresas; y por otro lado siguen priorizando las actividades extractivas en nuestro país; «¿cómo podrán implementarse los instrumentos y leyes aprobados por el Estado?», problematizó.

Propuestas y Acción

En el marco del lanzamiento de la campaña también se realizó un Foro en el congreso llamado: “Agricultura Familiar y Minería en el Perú”. Participaron representantes del Ministerio de Agricultura, el congresista Marco Arana y los representantes regionales presentes en el desayuno de trabajo; presentando las experiencias regionales de agricultura familiar y las propuestas generales de las instituciones que hacen parte de Red Muqui.

El objetivo de la campaña es presentar propuestas que aporten a la reorientación de las políticas públicas para conseguir el fortalecimiento de la agricultura familiar en zonas donde pueden verse vulneradas por actividades extractivas y el cambio climático. Actualmente se requieren iniciativas de parte del Estado para atender prioritariamente a más de 2.3 millones de peruanos que trabajan en agricultura familiar; que impliquen además de mayor presupuesto, fortalecimiento de la asistencia técnica, créditos a través del Banco de la Nación y el aseguramiento en el acceso a los mercados seguros.

Entre las propuestas a dar a conocer a través de la campaña, se exige la garantía del derecho sobre la propiedad de las tierras comunales para la producción de alimentos y el acceso de los productos; la garantía de la disponibilidad y calidad del agua para el desarrollo de la agricultura familiar mediante una política integral que priorice la protección de las cabeceras de cuenca; y promover, reconocer y fortalecer los servicios ambientales ofrecidos por la agricultura familiar y mucho más.

Síguenos en nuestra página en FACEBOOK o en la Página de la Campaña

EN LATINOAMÉRICA
• Eduardo Gudynas estuvo en el Foro público:»Alternativas al Extractivismo: Los retos para el nuevo gobierno”, organizado por RedGe y CLAES

Eduardo Gudynas, Investigador del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES Uruguay), puso sobre la mesa 8 retos que todos los países de Latinoamérica tienen en común, para hacer frente a la caída de precios de los minerales e hidrocarburos; situación que ha llevado a los gobiernos latinoamericanos –incluyendo al Perú– a tomar medidas que van en contra de las poblaciones indígenas, incluso de su propia institucionalidad ambiental.

A menor precio, mayor volumen extractivo
El coordinador ejecutivo de CLAES observó que la caída del precio de las materias primas no ha causado ninguna disminución en las actividades extractivas, sino todo lo contrario; se ha visto un aumento de presión en presión en minería e hidrocarburos, a través de los gobiernos y las medidas para compensar esta pérdida en los mercados internacionales.

Gudynas citó como es en que Bolivia ha exonerado a las empresas extractivas de evaluaciones ambientales, y sobre todo del mecanismo de consulta ciudadana a los territorios indígenas y de protección de áreas protegidas, pese a que su propia normativa exigía lo contrario. El investigador uruguayo mencionó que para alentar las inversiones, el gobierno de Evo Morales decretó un paquete de medidas de apoyo económico, en base a subsidios y exoneraciones fiscales, por un valor de solo US$ 3,500 millones para la explotación petrolera.

“La lógica es “bajan los precios, aumento el volumen extractivo”, sin embargo el resultado ha sido el incremento de conflictos con las comunidades ahondar las fracturas con los pueblos indígenas y el gobierno, así como una serie de impactos ambientales y sociales”, indicó.

Licencias y normas que debilitan
Gudynas expuso que ante una caída de precios en las materias primas, en Latinoamérica ya es común flexibilizar y minimizar la normativa, así como las vías administrativas del Estado para hacer el control ambiental en diferentes rubros.

Desde hace algunos años, en Colombia se decidió aligerar la presión normativa y de control, al otorgar títulos y concesiones de manejo en menor plazo, las llamadas licencias ambientales “express” que solo conllevaron al aumento de conflictos locales y resistencias ciudadanas. Esta situación les demuestra a los gobiernos que “Si yo aligero el licenciamiento, no se resuelven los problemas con los grupos locales”.

A ello se suma la dudosa legalidad de estas normas que contradicen a otras ya establecidas, o pretenden debilitar las funciones de las instituciones ambientales del Estado. Un ejemplo, es como en Uruguay se creó por decreto una nueva agencia de rango en la Secretaría Nacional de Agua, Ambiente y Cambio Climático, una “agencia” que causa vacíos y va haciendo innecesarias las propias gestiones y competencias del actual ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Ambiente.

“Esta debilidad de institucionalidad ambiental en Latinoamérica hace que los problemas ambientales se acumulen. No hay otra solución más que fortalecer las instituciones ambientales, aplicando la normativa ambiental”, indicó como uno de los retos.

Corrupción y extractivismo
Eduardo Gudynas dejó en claro que el flagelo de la corrupción en los procesos de concesión, es independiente con que los gobiernos sean conservadores o progresistas. Por ello, consideró que es necesario asumir que en realidad, los megaproyectos en basados en actividades extractivas solo son viables si aprovechan cierta ilegalidad para conseguir permisos. Algo ante lo cual los Estados deben protegerse.

“Todos los países latinoamericanos tienen casos de corrupción en el sector extractivo; algunos que van desde otorgamientos ilegales de concesiones mineras hasta sobornos para que no diga nada sobre el uso excesivo de contaminantes. Para todos los regímenes de propiedad encontramos casos de corrupción en Extractivismo, entre empresas estatales, empresas mixtas, empresas privadas bajo manejo estatal como la minera brasilera Vale, y de las que son netamente privadas”, subrayó.

Minería ilegal
En este tema, el autor de “Extractivismos” dijo que no se debe dejar de lado la contribución de las empresas formales que le compran a los mineros ilegales, y que habría que comenzar a preguntarse si es necesario implantar una moratoria.

Mirar hacia las zonas rurales
Durante su participación en el Foro Público sobre Alternativas al Extractivismo 2016 en Perú, Gudynas remarcó que los grupos afectados corresponden a poblaciones rurales -numéricamente pequeños-pero no menos importantes. De manera que la presión política y el caudal electoral que ejercen, también lo son, si se compara con las grandes ciudades.

“Para muchos partidos, esta población comunal no es necesaria para una elección, y esto se repite en todos los países latinoamericanos. Un caso dramático es el de Brasil de los pueblos indígenas, donde las organizaciones que trabajan, como el Consejo misionero de la iglesia católica, indican los últimos gobiernos han tenido las peores políticas para estas poblaciones”, comentó.

No dejar otros desarrollos alternativos
Tras aclarar que no propone la erradicación de la minería. El especialista en temas extractivos, indicó que en Latinoamérica, es preocupante la tendencia de combatir cualquier iniciativa o propuesta de plan alternativo de desarrollo, desde los mismos gobiernos.

“Esto contribuye a generar la imagen de que no existen alternativas posibles al extractivismo de inserción a la globalización y quienes las proponen no son alentados por el gobierno. Para buscar otras Alternativas de desarrollo, es necesario que participen los gobiernos y las universidades, porque las organizaciones locales tienen capacidades limitadas para abordar semejantes desafíos. No es su rol”, lamentó.

Democracia y valores
Para Gudynas los gobierno no deben dejar de lado que políticas ambientales también deben discutirse en términos de justicia y de moral, ya que en Latinoamérica también se evidencia la tolerancia –desde las grandes ciudades– a ciertas formas de represión y hostigamiento que se ejercen sobre comunidades locales que cuestionan un proyecto extractivo.

“El habitante urbano señala que “son indios que impiden el desarrollo” y en la sociedad estamos tolerando expresiones de injusticia y hasta algunas violaciones a los derechos humanos como algo normal”, agregó.

Dar valor a la naturaleza
Para el investigador de CLAES es necesario avanzar un paso más, desde los derechos humanos, y comenzar a discutir cuál es el valor de la naturaleza en un debate que incorpore la categoría de los ‘derechos de la naturaleza’.

“No debemos olvidar la innovación que ha hecho la nueva constitución del Ecuador, como el reconocimiento de los valores propios de la naturaleza, lo cual cambia buena parte de los procesos de decisiones sobre evaluaciones de impacto ambiental, y como acompasar proyectos de inversión con la protección del medio ambiente”, explicó.

No obstante, lamentó que en este país se entre en contradicción y se opte por el extractivismo, debilitando la propia idea constitucional de “derechos de la naturaleza”. En este punto, Eduardo Gudynas culminó su intervención con la siguiente reflexión:

“Escuchar a los mercados es la función del ministerio de Economía y Finanzas, y no del ministro del Ambiente, quien debe ocuparse de la naturaleza , escuchar a las plantas y a los animales, algo que suena raro pero que corresponde a una nueva sensibilidad, a la que apunta el nuevo marco constitucional del Ecuador”, finalizó.

DATO:
Gudynas estuvo junto a José De Echave, ex viceministro de Gestión Ambiental y subdirector de CooperAcción, César Ipenza, jefe del programa ambiental del partido Peruanos Por el Kambio, y María Elena Foronda, congresista electa por la agrupación política Frente Amplio.

Fotos: Comunicaciones RED MUQUI