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SEGÚN CONVENIO INTERINSTITUCIONAL

  • Convenios fueron entregados por Derechos Humanos Sin Fronteras (DHSF), CooperAcción, RED MUQUI y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH)
  • Acuerdos privados entre la minera y Ministerio del Interior no garantiza respeto a los derechos humanos
  • Efectivos custodian integridad de la minera haciendo el el uso de la fuerza
  • PNP del Cusco entregó documentos de convenios a DHSF, luego de un orden judicial

El proyecto minero Las Bambas (Cotabambas, Apurímac) paga entre 100 a 110 soles diarios, a los efectivos que repriman protestas sociales y custodien solo la integridad de la minera, según convenio interinstitucional firmado con la Policía Nacional, a través de la Región Policial del Cusco (Oficio N° 088-2016-REGPOL CUSCO-EM/OID). Todo ello en el marco prestación de servicios extraordinarios complementarios.

Estos pagos se realizan de manera individual, de acuerdo a la jerarquía de cada policía, y de manera quincenal. Sin embargo, el depósito se hace por medio de la institución policial sin transparencia alguna.

En el documento refiere que la empresa minera, es quien mantiene libros y registros contables de todos los pagos que efectúa a la PNP por un periodo no menor a tres años.

Como parte del convenio, la Policía coloca a disposición de la minera, al General PNP Directoral de la Región Policial Sur Oriente quien es el encargado del control, supervisión, coordinación, evaluación y planeamiento. Es decir, se coloca a un funcionario público al servicio de un privado, aun cuando sus funciones son pagadas por el Estado.

Asimismo, se establece un depósito en cuenta corriente (N° 002-161102172 del Banco de la Nación) del 0.11% de la UIT por hora, a nombre de la Unidad Ejecutora 000036 “X Dirección Territorial de Policía Cusco”, como recursos directamente recaudados dentro de los primeros 10 días de cada mes. Recaudaciones que no se dan a conocer públicamente.

Además de ello, la minera establece que los efectivos policiales asignados desempeñen otras acciones fuera del área del PROYECTO. Por ejemplo, en la cláusula 5.1.7 indica que las operaciones policiales pueden realizarse fuera del área geográfica del PROYECTO.

“El Jefe del Destacamento, ante cualquier contingencia, deberá dirigir las operaciones policiales…ya sea dentro del área de EL PROYECTO o, cuando las circunstancias lo ameriten, fuera de dicha área”, especifica el documento.

No obstante este no es el único convenio que la Región Policial del Cusco ha suscrito en la zona sur del país. Entre los años 2010 y 2014, se suscribieron otros con la Compañía Minera Quechua (Espinar), Compañía Minera Tintaya-Antapaccay (Espinar) y Minera Hudbay (proyecto Contancia en Chumbivilcas), todas ubicadas en el Cusco.

Sin garantía de derechos

Aunque estén respaldados por Ley, lamentablemente estos convenios permiten el abuso y la violación de los derechos humanos. Sumado a ello, desnaturalizan la función policial, que, en vez de resguardar y garantizar la seguridad de todos los peruanos, termina por convertirse en una especie de seguridad privada de la empresa minera.

“La Policía Nacional hará uso de la fuerza en casos excepcionales y extremos, cuando esté en riesgo inminente la vida del personal de LAS BAMBAS y/o sus contratistas” exige la empresa minera.

Como resultado de esta cláusula convenios, que no son de carácter público, están los hechos violentos como el que sucedió el pasado 14 de octubre, en medio del conflicto de Las Bambas, en donde el comunero Quintino Cereceda Huisa (42 años) falleció tras recibir un impacto de bala en la cabeza. Acto que ha desprestigiado a la Policía en el manejo de conflictos socio ambientales.

Aunque la empresa aclara que no existe ningún tipo de vínculo laboral, ni dependencia, entre el personal de la PNP y LAS BAMBAS (cláusula 12.3.1.) consideramos que, si existiría un nivel de dependencia e incluso, la empresa podría tener la condición de tercero civilmente responsable en la medida que su comportamiento tolera o promueve una conducta punible.

Sociedad Civil presentó convenios

 

En conferencia de prensa, Ruth Luque, abogada de Derechos Humanos Sin Fronteras (DHSF) estimó que producto de todos los convenios existentes en el Perú, la PNP estaría recibiendo más de un millón de soles a nivel institucional debido al porcentaje que percibe por cada hora que trabajan los efectivos por resguardar a las mineras.

“Nos preguntamos en qué se gasta ese dinero que ingresa bajo el rubro de recursos directamente recaudados. Esta dependencia económica es inaceptable en un Estado constitucional donde los policías deben estar al servicio de toda la población”, señaló.

Otra preocupación expresada por Luque en la rueda de prensa fue el del uso de la fuerza utilizado al servicio de Las Bambas, por ejemplo.

«Los casos excepcionales y extremos no son especificados en los convenios, pero sí se establece que Policía tiene que anteponer la defensa del personal de Las Bambas, su infraestructura, sus terceros y contratistas, dejando de lado la protección de los pobladores»

«Esto evidencia que la Policía está parcializada, en este caso con las empresas mineras. Lo mismo ocurrió en Espinar en el 2012, donde incluso se tenía un destacamento policial al interior del campamento minero. Esta forma de intervención policial en base a convenio se ha repetido en muchas zonas del país donde hay actividad minera», recalcó Jaime Borda, Director de Derechos Humanos Sin Fronteras.

«El viceministro de Interior ha reconocido que existen 200 convenios con empresas privadas, 31 de los cuales son con industrias extractivas. Todos ellos rebasan los marcos constitucionales, así como los principios voluntarios de la seguridad y derechos humanos de las propias empresas», dijo Jorge Bracamonte, Secretario Ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.

«A esta situación de los convenios se suma la cooptación de entidades de la Policía, como fue el caso de la DINI en donde se colocó un funcionario relacionado a una empresa minera», apuntó Javier Jahncke, Secretario Ejecutivo de la RED MUQUI.

«Aquí los protocolos, sobre los cuales la policía debe tomar decisiones han sido trastocados y perturbados por estos convenios establecidos con la empresa minera. El mismo Ministro del Interior, Carlos Basombrío, ha reconocido que en el conflicto de Las Bambas, los efectivos al mando no supieron seguir los protocolos», recordó José De Echave, miembro de CooperAcción.

Cómo se obtuvieron

El 01 de setiembre del 2014, la organización Derechos Humanos Sin Fronteras, interpuso una acción de Habeas Data ante el Juzgado Mixto de Wanchaq (Cusco) y consiguió que dos años después, la Región Policial Sur Oriente de Cusco entregue una copia de dichos convenios suscritos entre los años 2010 al 2014. La información entregada, no solo reconfirma la existencia de convenios, sino brindan información sobre sus objetivos y los beneficios económicos que obtiene la PNP.

DATOS:

El objetivo de estos acuerdos interinstitucionales, y de otros a nivel nacional, se da en el marco de la aplicación de la Ley de la Policía Nacional del Perú (Ley N° 27238), y el Decreto Supremo N° 004-2009-IN, que reglamenta los Servicios Extraordinarios Complementarios a la función Policial, con el fin de prestar servicios de vigilancia, seguridad y otros convenios en el área de influencia del proyecto minero.

Fotos: Jorge Chávez / Comunicaciones RED MUQUI

  • Obra se presenta hasta el 18 de abril
  • Montaje combina danza, teatro, música y video para mostrar cómo se vive un conflicto socioambiental
  • A un año de la puesta en escena, los Realizadores y actores investigaron y recopilaron documentación sobre casos

El director de la obra “Ausentes”, Rodrigo Benza, enfatizó que esta puesta en escena no podría ser calificada de “antiminera” ya que se aprecian todos los actores y puntos de vista que intervienen en un conflicto social.

“Nuestro objetivo nunca es panfletario. No se trata de ser antiminero, no es ser pro policía, ni anti policía, no es ser pro protesta, ni anti protesta, sino complejizar esta situación que muchas veces nos llega de manera sesgada por los medios de comunicación”, aclaró.

En diálogo con RED MUQUI, Benza remarcó que su equipo ha trabajado constantemente para evitar los elementos que podrían hacer que la obra se perciba como “antiminera”, porque ello no estaría acorde con el objetivo del proyecto.

“A cualquiera que pueda pensar de esa manera, simplemente lo invitamos a que venga a ver la obra y luego de ello, podemos conversar y realmente opinar (…) Para nosotros es muy importante que venga la gente, que tal vez pueda estar representada en esta obra”, aseveró.

Argumento

Rodrigo Benza comentó a RED MUQUI que la propuesta escénica se remonta a un conflicto social minero, y muestra los mismos elementos que podrían poseer los (conflictos) que se originan por la extracción de petróleo, por la mala distribución del canon o la implementación de leyes por encima de la fiscalización ambiental.

“Más que de un conflicto social, «Ausentes» de cómo se maneja el poder y los intereses que se mueven alrededor, y como ello está detrás del enfrentamiento entre un policía y un ciudadano que protesta”, señaló el director de la obra.

Ni buenos, ni malos

Benza resaltó que este proyecto rompe con la dicotomía con la que se suele enfocar a las situaciones sociales. “Ausentes” no nos muestra la típica división de bandos de los buenos y los malos, ni tampoco que unos están protestando y luego viene la represión, va más allá de eso, porque la idea es tratar de comprender que un conflicto social es mucho más complejo.

Otro componente importante es romper con la visión sesgada que se tiene en Lima sobre la conflictividad social, que es visto como un hecho lejano y que causa atención por los enfrentamiento y los muertos, datos que se resaltan desde los medios de comunicación.

El punto de partida

“La idea de llevar la conflictividad social al teatro, partió de la figura del policía, a quien se le coloca como el enemigo de quien protesta, y a su vez, contra aquel ciudadano que «altera el orden» sin comprender cuáles son sus razones para salir a las calles”, reveló Benza.

Cabe remarcar que para llevar a cabo el proyecto escénico «Ausentes», el equipo de la escuela de artes de la Pontificia Universidad Católica (PUCP), realizó una rigurosa investigación sobre los casos de conflictos sociales en los último 15 años, la misma que fue asesorada por la periodista especializada en el tema Jacqueline Fowks.

“Empezamos a trabajar a finales de Mayo del año pasado. Primero, con el equipo de dirección nuclear y la asesoría de Jacqueline, con ella realizamos la acumulación de material y las entrevistas a abogados especialistas en derechos humanos, personas de la comisión de la verdad, policías, a las viudas (…) la investigación nos ha permitido tener una amplitud de todos los puntos de vista que se confrontan”, explicó el director de “Ausentes”.

Otra cuestión importante en la concepción de la obra, fue la participación de los actores en el contenido de la obra, quienes también fueron investigadores del tema y del rol de cada uno de los personajes que eligieron representar. Se empezó por los seis actores principales quienes representan hasta tres personajes distintos.

Sin butacas

Debido al tema de la conflictividad, el equipo escénico de “Ausentes” consideró importante el generar una experiencia de convivencia en el público quienes están en medio de toda la acción de la obra.

“Se busca que el público perciba con todos los sentidos, no solo la vista. Con ello se logra que el cada participante se involucre completamente y establezca su propio espacio de negociación y comprenda la necesidad de un proceso diálogo”,  agregó Benza.

DATOS

  • Este es el primer proyecto de la Especialidad de Creación y Producción Escénica de la Facultad de Artes Escénicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
  • “Ausentes” es un proyecto escénico interdisciplinario de investigación escénica, creado en conjunto con actores, bailarines, músicos, profesores y alumnos de las cuatro especialidades de la facultad.
  • Elenco principal: Alberick García, Alejandra Guerra, Andrea Fernández, Melvin Quijada, Ricardo Delgado y Yolanda Rojas.
  • La primera temporada ya empezó y va hasta el 18 de abril, en el Icpna del Centro de Lima (Jr. Cusco N° 446). De jueves a lunes, a las 8 p.m. Entrada general S/30 y estudiantes S/20.

 

Fotos: Atoq Ramón Huaroto

Video: Comunicaciones RED MUQUI

EN CUSCO

Tras cumplir un periodo de seis meses de prisión preventiva, se demostró la inocencia de Javier Mamani Coaquira (48) y Edward Brandon Quispe Ccuno (18), quienes fueron detenidos durante el conflicto socioambiental que estalló con un enfrentamiento entre pobladores y policías el 28 de setiembre del año pasado.

Mamani y Quispe fueron liberados el lunes 28 de marzo en horas de la noche, casi una semana después de que el Juzgado declarara fundado el pedido de cesación de prisión preventiva a favor de ambos. No obstante, ese mismo día de la audiencia (martes, 22 de marzo), el magistrado a cargo de llevar el caso dictaminó que los dos pobladores deberán pagar una caución de 8 mil soles.

Cabe reconocer que la resolución elaborada por la jueza de investigación preparatoria de Tambobamba (Cotabambas, Apurímac), Idania Oroz, se reconoce que la residencia domiciliaria de ambas personas, así como el descarte de peligro de fuga, ni de obstaculizar la justicia.

La defensa de los dos detenidos fue asumida por las abogadas, Ruth Luque de Derechos Humanos sin Fronteras y Lisbeth Valenzuela de Aprodeh – Apurimac, en coordinación con organizaciones de derechos humanos a nivel nacional como la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), CooperAcción, entre otros. Pese a los agravios que recibieron por parte de la defensa de la empresa minera, ambas defensoras pudieron demostrar la inocencia de Javier Mamani y Edward Quispe.

Cabe recordar que el 28 de setiembre del 2015 fue el inicio del estallido del conflicto contra la empresa minera MMG Limited que tiene la concesión del proyecto minero Las Bambas.

Luego de 5 días de movilización en los que dirigentes del Comité de Lucha Interprovincial y tanto organizaciones populares, como las comunales, rechazaban la instalación de una planta de molibdeno, así como de filtros y concentrados; estas modificaciones del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) inicialmente no formaban parte del proyecto y se hicieron sin participación de la población local afectada.

Luego del enfrentamiento entre los manifestantes y miembros de la Policía Nacional en la zona cercana al proyecto Las Bambas, 21 pobladores fueron detenidos dentro del campamento minero. Entre ellos se encontraban Edward Brandon y Javier Mamani, a quienes les “sembraron municiones” y fueron obligados a suscribir un documento reconociendo que dichos materiales estaban en su poder.

De este grupo, siete fueron trasladados a Abancay el 29 de setiembre. En horas de la madrugada, cuatro fueron liberados, y los últimos tres –que fueron Edward Brandon Quispe Ccuno (18), Javier Mamani Coaquira (48) y Asunto Huamaní Huamaní (46) quedaron en calidad de detenidos en el Penal de Qenqoro del Cusco. Huamaní fue liberado a las pocas horas, pero Quispe y Mamani quedaron recluidos. Fue así que la Fiscalía de Challhuahuacho (Cotabambas) solicitó que se les aplique prisión preventiva, luego de haber sido acusados por los presuntos delitos de disturbios, daño agravado y tenencia ilegal de armas y explosivos.

Finalmente el conflicto de Las Bambas provocó la muerte de 3 personas: Exaltación Huamaní Mío (32), Beto Chahuallo Huillca (36) y Alberto Cárdenas Challco (24); en los tres casos, los certificados de defunción indican que la causa de muerte se debió a herida por proyectil de arma de fuego.

Fuente / Fotos: Derechos Humanos Sin Fronteras del Cusco – DHSF