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En las últimas semanas, la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos  del Perú ha estado denunciando que, en promedio, habrían 12 mil trabajadores mineros contagiados de COVID-19. Asimismo, han denunciado que varias empresas mineras vienen despidiendo a dirigentes sindicales y realizando suspensiones perfectas y ceses colectivos. Esto a pesar de que la minería nunca paró durante la pandemia y actualmente se encuentra operando al 90%.

Frente a esta situación, conversamos con el Secretario General de la Federación Minera, Jorge Juárez.

Frente a la situación crítica que viven los trabajadores mineros, ustedes han venido solicitando reuniones al gobierno, ¿han tenido alguna respuesta?

No nos dan información ni siquiera de los contagios que tenemos en el sector. Hemos pedido que, básicamente, se inicie el diálogo de manera tripartita con intervención del gobierno, la Sociedad Nacional de Minería, y la Federación; pero no hay respuesta alguna.

Tenemos una plataforma que venimos reiterando en las cartas de solicitud para entablar un diálogo, que tiene puntos comunes de lo que está pasando en todas las unidades mineras.

¿Frente a la falta de respuesta del Estado, qué acciones han estado realizando los trabajadores?

En días recientes pararon los trabajadores de la minera Corona en la provincia de Yauyos – Lima-, la semana pasada fueron los trabajadores de la empresa Marsa en la sierra de La Libertad; así van parando distintos trabajadores ante los contagios exponenciales en el sector y los despidos.

  • El sindicato de la empresa minera Corona denuncia que 100 trabajadores han sido despedidos–

¿Cuál es la reacción de las empresas mineras frente a las exigencias de los trabajadores?

Ya ni siquiera se puede denunciar lo que viene ocurriendo porque los dirigentes de base son despedidos. Las empresas los acusan de que han violado el reglamento interno. Si un dirigente informa que la empresa minera no está cumpliendo con los protocolos de seguridad aprobados por el Ministerio de Energía y Minas, a pesar que fueron debilitados con el último cambio del protocolo, son denunciados por denigrar la imagen de la empresa. Por ejemplo, la salida de buses con 200 trabajadores. A pesar de que los dirigentes emiten cartas a la empresa solicitando respuesta oficial sobre el cumplimiento de los protocolos; la empresa no lo hace.

Actualmente también están optando por el despido arbitrario. Han despedido al secretario general de la empresa minera Chinalco en Junín, quien estuvo denunciando los contagios y falta de cumplimiento de protocolos sanitarios.  También la empresa minera Marsa en La Libertad ha pasado una carta de pre aviso de despido a uno de sus dirigentes. La empresa minera Shougang de Marcona en Ica, también ha despedido a uno de los dirigentes del sindicato por denunciar que en el plan de vigilancia no se estimaba que los trabajadores tenían que alojarse en unas carpas provisionales por 30 días, en malas condiciones, y 7 días de aislamiento en un hotel.

¿Cuál es la evaluación de ustedes frente a estos hechos?

Se viene una oleada de parte de las empresas de querer silenciar a los trabajadores porque ven que ni siquiera el gobierno entrega información; entonces ese es un indicativo para la empresa, que se ve protegida para actuar arbitrariamente.

Nosotros planteamos a las empresas y al gobierno tratar sobre los contagios de COVID-19 en el sector; ceses colectivos y suspensión perfecta; campamentos mineros improvisados; y jornadas atípicas de trabajo, donde por ejemplo, en Huancala -Ancash-, la empresa establece 40 días de trabajo en mina.

Los sindicatos también vienen tratando de negociar la cantidad de días de trabajo porque existe una sentencia del Tribunal Constitucional para las jornadas laborales mineras, pero actualmente la mayoría  de jornadas no se ajusta a lo que dijo la sentencia del TC el 2014, que establece que los trabajadores no pueden pasar trabajando más de 14 días seguidos.  Actualmente las jornadas laborales son de 30 días de trabajo por 15 días de descanso o 40 días de trabajo por 20 días de descanso.

Frente a esto parece que las normas se respetan solo desde lo que le conviene al empresariado, pero las leyes que garantizan derechos a los trabajadores queda gaseoso, sin implementar.

¿El ministerio de trabajo ha dicho algo?

Trata de individualizar los problemas, como lo hace la comisión de Trabajo del Congreso. Hemos expuesto la problemática pero no hay voluntad de los congresistas de llevarlo a una votación, ha quedado todo para una fotografía,  solo para la exposición. No quieren hacer que la mesa tripartita se cumpla. Hay resolución ministerial con el gobierno, está vigente y no se cumple la mesa tripartita. La mesa tripartita no se aplica hace años.

Hace unos meses solo hubo una única reunión con el viceministroo del MINEM, Juan Carlos Requejo; la ex ministra nunca nos dio cara. Planteamos fechas con compromisos concretos y hasta ahora no se cumplen. El gobierno ha hecho ofrecimientos y no se han cumplido, entonces mientras no se cumplan con cosas concretas, tampoco es posible las reuniones para la foto.

¿Sobre la situación actual de los trabajadores mineros contagias de COVID-19, qué información tienen?

Nosotros queremos informes oficiales del Estado pero no nos han enviado, a pesar de haber enviado documentos formales al MINSA, MINEM, MINTRA y Censopas; y hasta ahora no nos entregan esta información. A nosotros nos han entregado y a Convoca sí. Queremos esa información para poder conciliar con los sindicatos, que no tienen los resultados de las pruebas, pero sí tienen el conteo de la gente que ha ido contagiándose.

En el caso de Chacua, de buenaventura, en Oyón, hay un informe de mas d 600 trabajadores contagiados. Queremos saber oficialmente cuanto tiene el gobierno, porque las empresas tampoco nos quieren entregar sus reportes.

¿Cuantos Trabajadores mineros están en suspensión perfecta?

La minera Raura y Atacocha son las que más despidos han realizado. 1600 trabajadores despedidos de la empresa minera Raura en Huánuco.  En suspensión perfecta parcial han incurrido 11 empresas mineras, incluyendo una empresa Siderúrguica de aceros en Arequipa, y 9 empresas de contratas. Actualmente debemos tener un promedio 7 mil trabajadores entre despedidos y en suspensión perfecta.

La Federación Nacional de Trabajadores Mineros tendrá su próxima asamblea nacional el 5 de septiembre.

 

 

Por: Jaime Borda / Secretario Ejecutivo de la Red Muqui.

Durante la ultima semana hemos recibido denuncias de trabajadores mineros que se encuentran varados o sin poder salir de sus campamentos mineros. Esta vez su principal preocupación es que temen estar contagiados con el virus; por ello, han solicitado a sus empleadores que se les haga las pruebas rápidas de descarte del Covid-19 para volver a sus lugares de origen. Como se recuerda, el gobierno peruano a exceptuado a las empresas mineras del estado de emergencia permitiéndoles seguir laborando en operaciones remotas.

El caso de Antamina es el que más preocupación ha generado. La semana pasada se ha confirmado la existencia de 7 de trabajadores contagiados con el virus, inclusive algunos medios nacionales y familiares han denunciado que son muchos más los casos de contagios y que la empresa minera no atiende a sus pedidos de hacerles las pruebas rápidas. Al respecto, Antamina ha emitido un comunicado público señalando que han decidido realizar una “parada estratégica de seguridad” por las próximas dos semanas, y que esto lo hacen “para implementar mecanismos y protocolos de seguridad y de salud para sus trabajadores”. La empresa lamentablemente solo paraliza las operaciones por el pedido y reclamo de los mismos trabajadores, y porque probablemente el numero de contagiados debe ser mayor del que señalan.

Así como Antamina, hay una decena de empresas mineras que han sido denunciadas por sus trabajadores y por las comunidades aledañas por exponerlos al contagio del virus; son los casos de Las Bambas, Antapaccay, Cerro Verde, entre otros. La minería no debería ser una actividad esencial, tal como lo señala el gobierno peruano, ya que desde hace mucho tiempo recibe un trato preferencial en comparación con la actividad agropecuaria, por ejemplo. Por ello, llama la atención y preocupa lo que ha señalado en un comunicado Cooperacción, ya que el gobierno estaría trabajando con la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) “un protocolo para seguir operando en medio de la emergencia”.

Desde la Red Muqui creemos que no se puede elaborar un protocolo de trabajo para el sector minero sin la participación de los trabajadores mineros, que están organizados a través de la Federación Nacional De Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgico-Perú, ya que se han hecho publico múltiples denuncias en este sector a través de este gremio. Asimismo, creemos que se debería escuchar también la opinión de las comunidades afectadas por la minería en la elaboración de este protocolo y de cualquier otra medida que se quiera tomar. Lo contrario significaría que se pone en riesgo la salud y la vida de estas poblaciones.

¿Por qué el sector minero no puede parar sus actividades si estas no son esenciales según los criterios de salud y alimentación de la población establecido en el Decreto Supremo 044-2020-PCM?

Por: Beatriz Cortez S. / Equipo de Red Muqui

En diciembre de 2019 se encontró el primer caso de Covid-19 en Wuhan, una de las ciudades más grandes del centro de China. A la fecha, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la pandemia con un total de 160 países que reportan contagios. El virus se sigue propagando por todo el mundo y a excepción de China, las estrategias de contención que los demás países desarrollan no está funcionando; es decir se siguen reportando miles de casos más y el virus se sigue propagando. En Italia la situación es muy dura, el sábado 21 de marzo se reportó la muerte de 793 personas en un solo día a causa del virus, el record a nivel mundial de muertes por Covid-19 en un solo día. Un equipo de médicos chinos que combatieron en primera línea al Coronavirus en su país viajó a Italia para aportar en la estrategia de contención del virus y señalaron que la cuarentena que está usando ese país no está funcionando pues todas las actividades no estaban paralizadas: “Ahora mismo tenemos que parar el tiempo”, señalaron los expertos chinos.

La línea naranja es la progresión de casos de contagio en China como se observa los casos están controlados, la línea amarilla es la progresión de casos en otros países. Fuente: Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins University (JHU)

¿Por qué es tan importante poder contener la propagación del virus? La importancia radica en dos razones fundamentales: 1) evitar el colapso del sistema de salud, es decir si bien la tasa de letalidad del virus no es alta, la saturación del sistema de salud provocará tener que elegir a quienes estarán dirigidos los escasos recursos y la atención médica; es decir la primera razón es lograr la protección de la vida de la mayoría de personas que sea posible ante un inminente colapso sanitario y 2) ganar tiempo para poder estudiar el virus y encontrar su cura y/o desarrollar mejores medidas de prevención; este es un virus nuevo muy poco conocido por la ciencia a nivel global. Si el virus se sigue propagando este es más difícil de estudiar en sus variedades y progresiones. A la ciencia no le conviene que haya más contagios, esto dificulta las investigaciones.  China , junto a Singapur y Corea del Sur son los únicos países que han demostrado efectividad para controlar el virus con la estrategia de la “supresión”, esto a partir de la aplicación de una cuarentena absoluta y estricta como medida fundamental para garantizar el distanciamiento social y cortar las rutas de exposición a contagios; lo que logra suprimir la propagación del virus. Otros países vienen aplicando una estrategia de “mitigación”, es decir de “aplanar la curva” para ralentizar los contagios; esto no evita que tarde o temprano haya más contagios, los habrán de todas formas. Esto tampoco implica garantizar que no haya muertes, las habrán de todas formas por la escasez de recursos materiales y la tasa exponencial de contagio del virus; este es el caso de Italia, por ejemplo.

Lo que nos preguntamos es, porqué en Perú el gobierno no aplica una estrategia de supresión del virus: es decir, una cuarentena absoluta. Veamos el caso de nuestro país: el primer caso de contagio se reportó el 6 de marzo; 5 días después, el 11 de marzo, el Ministerio de Salud declaró Emergencia Sanitaria Nacional por 90 días (Decreto Supremo 008-2020-SA). Durante toda esa semana se siguieren reportando casos, la ruta de exposición al contagio ya estaba expandiéndose en el país. El domingo 15 sesionaba el Consejo de Ministros; esa noche Martín Vizcarra anunció la declaratoria de “Estado de Emergencia Nacional” (EEN) que contenía la medida de cuarentena. La norma salió publicada el día siguiente: Decreto Supremo N° 044-2020-PCM.  Esta norma tiene como objetivo principal: “proteger eficientemente la vida y la salud de la población, reduciendo la posibilidad del incremento del número de afectados por el COVID-19, sin afectarse la prestación de los servicios básicos, así como la salud y alimentación de la población” y en su artículo 4, establece una serie de excepciones relacionadas a actividades directamente vinculadas a garantizar la medida de cuarentena.

Sin embargo, desde el primer día de decretada la cuarentena se empezaron a reportar que diversos sectores empresariales de la rama privada hacían que sus trabajadores continuaran con las actividades a pesar de la medida de distanciamiento social; y el sistema de la Policía Nacional del Perú habilitó que los trabajadores obtengan pases de circulación con motivo de trabajo: empresas agroexportadoras, empresas de bebidas y alimentos no esenciales, textiles, call centers de llamadas privadas, entre muchas otras cuyos rubros no se encuentran dentro de las actividades esenciales para garantizar las medidas de prevención que requiere esta Emergencia Sanitaria. El sector minero es uno de estos, mineras como Las Bambas y Chinalco el primer día de cuarentena anunciaban que seguirían realizando sus labores de operación. El martes 17, el Ministerio de Energía y Minas emitió un comunicado donde informaba que en función al literal l) del artículo 4° del Decreto Supremo, el Ministerio de Economía y Finanzas les daba la conformidad para que el subsector minero se encuentre dentro de las actividades económicas de excepción al estado de emergencia con el fin de que este subsector “garantice el sostenimiento de sus operaciones críticas con el personal mínimo indispensable”. El comunicado también señala que los titulares mineros puedan continuar con el transporte de concentrado de minerales, carga y actividades conexas para asegurar el ciclo logístico. En los días siguientes, mineras como AngloAmerican, Antamina, Newmont, Volcan-Glencore y Cerro Verde anunciaban que reducían sus actividades a las “operaciones críticas” y que disminuían su “fuerza de trabajo”.

 

Si bien aún no conocemos el contenido del Oficio N° 059-2020-F/10.1 que otorga la conformidad del MEF para exceptuar al rubro minero de la cuarentena; sí podemos señalar que la categoría “operaciones críticas” señalada en el comunicado del MINEM, según nuestra normatividad, estaría referida a las categorías desarrolladas por el Sistema de Activos Críticos Nacionales. El Decreto Supremo N° 106-2017-PCM que aprueba el Reglamento para la Identificación, Evaluación y Gestión de Riesgos de los Activos Críticos Nacionales (ACN), señala que estos son: “aquellos recursos, infraestructuras y sistemas que son esenciales e imprescindibles para mantener y desarrollar las capacidades nacionales”; sin embargo, tenemos que advertir que estos criterios de clasificación de las operaciones mineras no están adecuados  a criterios de  optimización de  la medida sanitaria de cuarentena, sino que responde a criterios productivistas que el MINEM y la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) han venido aplicando como regla en el país. Pero en estos momentos no puede seguir aplicándose la regla si nos encontramos en una situación excepcional y de emergencia vital.

El viernes 20 de marzo la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos emitió una carta dirigida al presidente Vizcarra señalando que, durante la semana, en las unidades mineras, se habían seguido reportando actividades de entrada y salida de los trabajadores, además de otras actividades relacionadas a la alimentación y la logística. La Federación señaló como dos de sus principales demandas en este contexto 1) La fiscalización de los servicios estrictamente esenciales y 2) Disponer que todo despido o acto que perjudique los derechos laborales sea inválido. Estas demandas de los trabajadores mineros son primordiales para salvaguardar su salud y sus derechos laborales; sin embargo, resulta que muchos de los trabajadores deciden seguir yendo a trabajar por miedo a ser despedidos si se niegan a hacerlo, de tal forma que se encuentran, en muchos casos, en una situación de coacción y condicionamiento, poniendo en riesgo su salud y la de sus familias con tal de no perder su puesto de trabajo. A nuestra institución también han llegado denuncias de trabajadores mineros que se encuentran obligados a trabajar sin ningún tipo de protección especial para prevenir contagios y en actividades que no son mínimas ni esenciales acordes a las medidas sanitarias requeridas. Estos son los casos de Perubar e Impala Terminals; estas dos empresas son parte de la cadena logística de almacenamiento, transporte y embarque de mineral concentrado fuera del país. También llegó denuncias de trabajadores de la empresa de Tren Ferrovías, que transporta el mineral de las regiones al Callao. En las 3 empresas, el trabajo se da las 24 horas del día y laboran hasta 12 horas diarias.

Se puede observar una fila de trabajadores para ingresar a laborar sin ningún implemento de prevención para evitar contagios. Fuente: FNTMMSPOFICIAL

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la actualidad no existe por parte del Estado peruano garantías de fiscalización para asegurar que las diversas empresas mineras acaten con rigurosidad el “Plan Nacional de Preparación y Respuesta frente al riesgo de introducción del Covid-19” que habilita la Emergencia Sanitaria Nacional y  que sus operaciones estén reducidas y con las medidas de protección correspondientes para resguardar la salud de los trabajadores, sus familias y la de comunidades y poblaciones que se encuentran en contacto con estos trabajadores. La SUNAFIL como ente rector de fiscalización en materia laboral debe garantizar la protección de los trabajadores; sin embargo, esto no pasa. El Sindicato de Trabajadores de Shougang también denunció que la empresa amenaza y condiciona a los obreros para que laboren con normalidad. El Sindicato apela al propio Decreto Supremo 044-2020-PCM para negarse a laborar; estos obreros corren el riesgo de ser despedidos y el Estado peruano los está dejando en desprotección. Y no solo son los casos de las empresas mineras Shougang, Perubar o Impala Terminals; incluso no hay forma de garantizar que en los casos de aquellas empresas mineras que señalan que están reduciendo sus actividades, esto se haga de forma estricta y bajo criterios de sanidad y salubridad y no bajo criterios productivistas.

Cómo se evidencia,  la situación del sub sector minero es privilegiada (#MineríaConCorona) y no se justifica a nivel técnico que el Ministerio de Economía y Finanzas  haya decidido que esta sea una actividad que debe estar exceptuada del Estado de Emergencia Nacional y además que se halle sin fiscalización alguna, ni laboral ni ambiental. Sabemos que la medida de cuarentena tiene el objetivo principal de garantizar el “distanciamiento social” como medida sanitaria escencial y prioritaria para enfrentar la propagación del Covid-19. Es una medida costosa pero necesaria para poder garantizar el derecho humano a la vida y a la salud. No hay costo material que pueda pesar más que salvaguardar la vida de miles de peruanos. El Estado peruano debe tomar la decisión de que todos los sectores privados  que no realicen actividades escenciales para la vida de la nación acaten una cuarentena estricta; los trabajadores mineros deben ponerse a salvo y las rutas de exposición al contagio deben cortarse con mayor rigurosidad, de lo contrario a largo plazo tendremos un escenario mucho más costoso y muy grave para la mayoría de familias del país.